Nada que decir
Mañana por la tarde me toca a mí.
La profe me señalará con el dedo y dirá:
–Ahora tú, Brahim.
–Y tendré que ir. Bueno, a lo mejor.
Al parecer es un juego.
Forma parte de las clases prácticas de preparación para el «bac» de lengua. En fin, «clases prácticas» es un decir...
En realidad, lo que hacemos es pasarnos cuatro días en mitad del campo, en un antiguo internado que ahora es un centro para campamentos y para «clases trasplantadas».
Por la mañana tenemos clase y por la tarde talleres: lectura en voz alta, simulacros de exámenes orales, etc. Y después nos reunimos en el salón de conferencias que han construido bajo los techos.