El segundo episodio de las aventuras de Silas nos sitúa al final de la Gran Guerra, en el París de las grandes celebraciones. Un hombre muere en la casa de nuestro errático protagonista cuando se disponía a solicitar su ayuda. Mientras la ciudad trata de despertar del horror. El suceso desencadena una investigación en la que la madeja de datos y hallazgos le conduce hasta la residencia de la señora Zarkoff, puerta de entrada de una búsqueda incansable que depara una nueva colección de enfrentamientos, intrigas y explosiones de las que Corey debe escapar para desenmascarar la verdad. Un camino en el que no renuncia a su particular vida canalla, jalonada de conquistas amorosas y situaciones límite. La madurez artística del ilustrador se plasma en espectaculares hallazgos y combinaciones de tonalidades, en donde destaca una disposición narrativa en la que prima la horizontalidad de las viñetas, que propicia escenarios de aire cinemascope para lucimiento de protagonistas y ambientes. Y por supuesto, para el disfrute del lector. Una extensa obra que confirma que segundas partes sí pueden ser buenas.

El segundo episodio de las aventuras de Silas nos sitúa al final de la Gran Guerra, en el París de las grandes celebraciones. Un hombre muere en la casa de nuestro errático protagonista cuando se disponía a solicitar su ayuda. Mientras la ciudad trata de despertar del horror. El suceso desencadena una investigación en la que la madeja de datos y hallazgos le conduce hasta la residencia de la señora Zarkoff, puerta de entrada de una búsqueda incansable que depara una nueva colección de enfrentamientos,... Seguir leyendo