La naturaleza como ente vivo está en constante transformación. Las posibilidades infinitas del cambio se ubican en el corazón de este libro. Su alma, su centro muta a través de las palabras. En cada página nos ubicamos frente a un universo nuevo, que nace en la poesía y utiliza a la imagen como vehículo para crear un efecto que involucra a todos los sentidos. Es una obra que no sólo se lee, se escucha, se siente; la musicalidad de este libro no es algo que se quede netamente en el nivel del fonema, sino que encuentra en las ilustraciones una base firme para edificar una armonía que fluye, viaja a través del lector y lo invita al cambio.
El entorno natural se hace uno con la música, tal como lo expresa el epígrafe tomado de Oscar Hahn: “Ese árbol tiene un violín adentro”. Este libro tiene una banda sonora que retumba con cada palabra, con cada imagen, con cada pincelada. Es una obra musical que articula a la perfección la tarea de estos dos artistas colombianos, Piedad Bonet como escritora y Daniel Goméz Henao como ilustrador y ofrece a los lectores una banda sinfónica que invita a la transformación.

La naturaleza como ente vivo está en constante transformación. Las posibilidades infinitas del cambio se ubican en el corazón de este libro. Su alma, su centro muta a través de las palabras. En cada página nos ubicamos frente a un universo nuevo, que nace en la poesía y utiliza a la imagen como vehículo para crear un efecto que involucra a todos los sentidos. Es una obra que no sólo se lee, se escucha, se siente; la musicalidad de este libro no es algo que se quede netamente en el nivel del fonema, sino que encuentra en las... Seguir leyendo