Para escribir historias que puedan interesar a los demás hace falta talento, trabajo, tesón, disciplina… Pero también una serie de disparadores, ideas que ayuden a establecer los parámetros bajo los que diseñar nuestros relatos. Rosa Montero sugiere un catálogo de recursos para, sobre todo, invitar a los lectores a jugar, disfrutar y sentirse libres en el reino de las palabras. Si la idea de por sí es sugerente, la propuesta se convierte en delicatesen gracias a los apuntes gráficos de Paula Bonet, esbozados en tinta china y pequeñas figuras de tonos rojizos. Estampas imaginativas de personajes en busca de inspiración que desfilan entre los espacios concebidos para aportar nuestras propias ideas y los textos de la célebre escritora. Una propuesta apadrinada por la Escuela Cursiva que, tal vez, ayude a generar nuevos talentos al panorama literario español.

Para escribir historias que puedan interesar a los demás hace falta talento, trabajo, tesón, disciplina… Pero también una serie de disparadores, ideas que ayuden a establecer los parámetros bajo los que diseñar nuestros relatos. Rosa Montero sugiere un catálogo de recursos para, sobre todo, invitar a los lectores a jugar, disfrutar y sentirse libres en el reino de las palabras. Si la idea de por sí es sugerente, la propuesta se convierte en delicatesen gracias a los apuntes gráficos de Paula Bonet, esbozados en tinta china y... Seguir leyendo