El mundo gira tan deprisa que nadie parece haber comprendido la importancia de la noticia que ha publicado el periódico: las bibliotecas van a desaparecer para ser sustituidas por cápsulas de lectura. El Señor Petróleo, y en segunda instancia, la señorita Mala Espina, encargada de ejecutar la orden letal, van a convertir todo el saber atesorado a lo largo de los años en ese edificio en una colección de máquinas dispensadoras. El bibliotecario del pueblo se niega a aceptar esta realidad y traza un plan, con la inestimable ayuda de Luna –un personaje que aporta sorpresas y que se convierte en piedra angular de la historia-; Lina, la maestra del lugar, Nanuk y Julio para transformar esta situación. Una emotiva carta final desvela a los protagonistas algunos de los misterios que planean sobre la trama, al mismo tiempo que les hace conscientes de la aventura que acaban de vivir en compañía de los lectores. Se trata de una traducción de la obra original, publicada en catalán una década atrás, e ilustrada con la maestría habitual del dibujante de cómics y artista gráfico Bartolomé Seguí.
El mundo gira tan deprisa que nadie parece haber comprendido la importancia de la noticia que ha publicado el periódico: las bibliotecas van a desaparecer para ser sustituidas por cápsulas de lectura. El Señor Petróleo, y en segunda instancia, la señorita Mala Espina, encargada de ejecutar la orden letal, van a convertir todo el saber atesorado a lo largo de los años en ese edificio en una colección de máquinas dispensadoras. El bibliotecario del pueblo se niega a aceptar esta realidad y traza un plan, con la inestimable ayuda de... Seguir leyendo
El árbol de las historias
Era la noche de Reyes y caía una nieve fina como polvo de azúcar.
En las casas, algunas sombras silenciosas trajinaban con paquetes.
Las calles estaban vacías. O casi vacías.
Crucé la calle en dirección a la biblioteca. Había recordado que la ventana de la sala se había quedado abierta.