Tras sorprender a los lectores con obras como Diario de un búnker, Lucas o Candy, Brooks presenta un nuevo relato inquietante, en este caso protagonizado por un chico residente en un pueblo que ha crecido, tal vez por una excesiva sobreprotección, con miedo a todo. Para superar esas fobias hace uso de diversos medicamentos, una dependencia que debe superar cuando accidentalmente se queda sin pastillas en plena Navidad. Un hecho que coincide con la misteriosa desaparición de su madre, con quien mantiene un fuerte vínculo y que le obliga a enfrentarse a todas aquellas cosas para las que nunca reunió el valor suficiente. Diversas coincidencias y subtramas convierten la historia de Elliot en un apasionante thriller, narrado con alternancia de voces en primera y tercera persona, siempre con las dosis adecuadas de suspense en cada capítulo. Pero la novela no solo es un relato marcado por la tensión, también constituye un acertado fresco sobre el que el autor plasma nuestros miedos y temores más profundos, analizando la mentalidad del personaje y la raíz de los conflictos que han provocado el pavor y ansiedad que atenazan la vida cotidiana del joven y condicionan su existencia. Extraña y apasionante al mismo tiempo.

Tras sorprender a los lectores con obras como Diario de un búnker, Lucas o Candy, Brooks presenta un nuevo relato inquietante, en este caso protagonizado por un chico residente en un pueblo que ha crecido, tal vez por una excesiva sobreprotección, con miedo a todo. Para superar esas fobias hace uso de diversos medicamentos, una dependencia que debe superar cuando accidentalmente se queda sin pastillas en plena Navidad. Un... Seguir leyendo