Los amantes de la línea clara y añorantes de los mejores años de la escuela franco-belga están de enhorabuena. Émile Bravo ya había cautivado al público con varias propuestas muy sugerentes, aparte de su aplaudida reflexión sobre el génesis del universo Spirou hace una década, por las que ha sido reconocido con el Premio Goscinny al Mejor Guionista Revelación en el Festival de Angoulême de 2002, templo de los amantes del cómic. En el inicio de esta ambiciosa tetralogía nos demuestra que ha sabido extraer como nadie la esencia de tantas aventuras inolvidables con una “vuelta de tuerca” a las andanzas de los personajes, incidiendo de nuevo en la búsqueda de sus orígenes y reflejando la miseria y el terror que reinaban en el ambiente en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial. Un escenario, Bruselas a punto de ser sometida al imperio nazi, que sirve para mostrar lo mejor y lo peor de los seres humanos. Hay personajes solidarios, que se juegan el tipo por los demás; y siniestros, que no dudan en alinearse del lado de los alemanes para salvar su vida o ignorar el asedio de las tropas del Eje. Pero, ¿y nuestros amigos? ¿Seguirán fieles a sus principios e ideales? Entre guiños y evidentes homenajes a Tintín o a películas memorables como Encadenados (esa incursión en la bodega del hotel); los protagonistas transitan cercanos a la frontera con Francia, punto de fuga de la barbarie en la que se encuentran con desagradables sorpresas, hallazgos que paradójicamente engarzan con situaciones que otros desplazados viven en la Europa actual y a los que el autor homenajea. Hay aventuras de boy scouts, pequeñas dosis de amor preadolescente, actos heroicos, misterios… Una magistral reivindicación de la serie, más viva que nunca gracias a esta “tragicomedia humanista” que gustará tanto a aficionados al cómic como a neófitos en este género.
Los amantes de la línea clara y añorantes de los mejores años de la escuela franco-belga están de enhorabuena. Émile Bravo ya había cautivado al público con varias propuestas muy sugerentes, aparte de su aplaudida reflexión sobre el génesis del universo Spirou hace una década, por las que ha sido reconocido con el Premio Goscinny al... Seguir leyendo
La esperanza pese a todo
Bruselas, enero de 1940...
- Pero, nena, ¿por qué estás llorando así?
- ¡Buuuh!
- Que triste es ver a esta niña helada de frío, sola en la calle...
- ¡Snif! No tengo frío...
- Si estamos a -15º. ¿No tienes colegio?
- Estamos a jueves, señor. Hoy no hay colegio.
- ¿Ah, no?
- ¿Qué te pasa?
- Mi hermano está con sus amigos ¡snif! y no quiere que juegue con ellos.
- ¿Quién es tu hermano?
- Luisito