Las cosas no pueden salir bien cuando se empieza “la casa por el tejado”. Nuestra protagonista está construyendo un acuario y su hermano participa entusiasmado en el proceso. Por lo que intuimos en la habitación, las influencias son positivas (Cousteau, una colección de revistas de National Geographic...); pero sin agua y sin peces difícil es llegar a buen puerto. Poco a poco, con la ayuda imprescindible del lector, animales y distintos elementos que configurarán el fondo brotan del papel en blanco, transformándose en una gran pecera donde todo adquiere significado. Conocemos los diálogos a base de recortes extraídos de un cuaderno. A partir de los retales de dibujos sumamos distintas especies marinas en su nuevo hábitat. Al aplicar un poco de color habremos conseguido reproducir, por fin, aquello que la pareja buscaba al comienzo de esta simpática propuesta. Un libro que invita a interactuar con lápices y pinturas entre sus páginas y que servirá como inspiración para que muchos lectores construyan una pecera de papel e imaginen las aventuras que vivirán sus acuáticos habitantes al replicar el proceso. La historia está secuenciada mediante primeros planos de los distintos protagonistas y abundantes detalles de todo el proceso, En la parte final se incluyen peces recortables para facilitar el trabajo creativo de los pequeños.

Las cosas no pueden salir bien cuando se empieza “la casa por el tejado”. Nuestra protagonista está construyendo un acuario y su hermano participa entusiasmado en el proceso. Por lo que intuimos en la habitación, las influencias son positivas (Cousteau, una colección de revistas de National Geographic...); pero sin agua y sin peces difícil es llegar a buen puerto. Poco a poco, con la ayuda imprescindible del lector, animales y distintos elementos que configurarán el fondo brotan del papel en... Seguir leyendo