El Sr. Mack, especialista en catar galletas para comprobar si tienen la cantidad justa de chocolate en una fábrica, camina hacia la estación para llegar puntual a la factoría sin saber que, entre los árboles, Las Risitas le observan esperando que suceda lo inevitable. Tras la apariencia simpática y afable de estas criaturas se esconde una personalidad férrea e inflexible que les motiva a castigar a todas aquellas personas que causan disgusto a un niño. Su metodología se basa en una técnica infalible, algo realmente molesto que, por desgracia, es muy común en nuestras ciudades actualmente: tarde o temprano pisará el excremento de un perro. Pero, ¿por qué el protagonista merece este desagradable correctivo? ¿Y si se hubieran equivocado en su juicio? Una novela para pequeños lectores tamizada por un humor socarrón e irreverente, original en el planteamiento y estructura de los epígrafes que abren cada capítulo, aderezado por las ilustraciones del diseñador, dibujante y publicista de larga trayectoria Brian Ajhar, que apuesta por el grafito, la tinta china y el retoque digital para presentar caricaturescas imágenes que retratan algunas de las disparatadas escenas que se producen a lo largo de la trama. Según la descripción editorial de la propuesta, en el argumento colaboraron de forma entusiasta los propios hijos del autor, que aportaron ideas y muchos de los puntos irónicos que contiene el hilo conductor. Ambos autores ya habían trabajado juntos con anterioridad en títulos como Mientras tanto, una aventura.
El Sr. Mack, especialista en catar galletas para comprobar si tienen la cantidad justa de chocolate en una fábrica, camina hacia la estación para llegar puntual a la factoría sin saber que, entre los árboles, Las Risitas le observan esperando que suceda lo inevitable. Tras la apariencia simpática y afable de estas criaturas se esconde una personalidad férrea e inflexible que les motiva a castigar a todas aquellas personas que causan disgusto a un niño. Su metodología se basa en una... Seguir leyendo
El Método Chof
El señor Mack iba hacia la estación. Era una mañana templada y soleada. En los árboles, los pájaros cantaban sus canciones favoritas. Y soplaba una brisa cargada de olores de desayuno: beicon, huevos, ancas de rana y col.
- ¡Mmmm! - murmulló el señor Mack.
El señor Mack estaba contento. Mejor dicho: estaba muy contento.