Las cuatro estaciones, como sinónimo de la evolución que experimentamos a lo largo de nuestra existencia, son el eje conductor de una antología poética centrada en el valor de la naturaleza y las emociones que sus fenómenos y ciclos cotidianos generan en una amplia nómina de inolvidables autores/as. De Rosalía de Castro a Margarita Hickey, de Antonio Machado a César Vallejo, la variedad estilística y el profundo poder que sus obras poseen a pesar del paso del tiempo, convierten la selección (firmada por el Premio Nacional de LJ Fernando Marías y la poeta y traductora Raquel Lanseros); en un excitante y sugerente vademécum de sentimientos universales, aderezados con las ilustraciones evocadoras y sutiles de Raquel Lagartos, que también ha destacado en el mundo del cómic con títulos como Mary Shelley. La muerte del monstruo. Pensamientos, inquietudes, percepciones que avanzan y se transforman, palabras para fotografiar un instante irrepetible, firmadas por algunos de los mejores escritores de todos los tiempos. Bien empapados en rimas podemos seguir la cadena plantando la "semilla de un verso" que se incluye en el interior.
Las cuatro estaciones, como sinónimo de la evolución que experimentamos a lo largo de nuestra existencia, son el eje conductor de una antología poética centrada en el valor de la naturaleza y las emociones que sus fenómenos y ciclos cotidianos generan en una amplia nómina de inolvidables autores/as. De Rosalía de Castro a Margarita Hickey, de Antonio Machado a César Vallejo, la variedad estilística y el profundo poder que sus obras poseen a pesar del paso del tiempo, convierten la... Seguir leyendo
Dicen que no hablan las plantas
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
de mí murmuran y exclaman;
- Ahí va la loca soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.