Las experiencias autobiográficas de una chica coreana que emigra junto a su familia a los suburbios de New Jersey en plena adolescencia, sirven como ascuas para quemar una etapa de terrible recuerdo: acoso y racismo de sus nuevos compañeros, insatisfacción personal en su búsqueda de la identidad (rasgos asiáticos en un microuniverso "blanco y occidental"); ausencia de amigos, soledad, malas relaciones familiares, toxicidad en la convivencia cotidiana... Ingredientes que a menudo componen la coctelera con la que estallan los resortes de la salud mental. Pero el cómic, labrado en dos tonalidades y con un excelente tratamiento de la secuenciación e ideas innovadoras (trazos realistas e integración de recursos fotográficos); no es un lamento sino un canto de redención que el personaje principal encuentra, paulatinamente, tras rebuscar en sus sentimientos, reencontrarse con sus orígenes y tratar de confiar en las primeras personas que le ofrecen afecto sincero. Un debut desgarrador en el que la ilustradora desnuda sus sentimientos, con brumosa elegancia, para ofrecer una crónica de supervivencia y resiliencia que puede servir como abrigo a otras personas que, lamentablemente, hayan pasado por experiencias similares.

Las experiencias autobiográficas de una chica coreana que emigra junto a su familia a los suburbios de New Jersey en plena adolescencia, sirven como ascuas para quemar una etapa de terrible recuerdo: acoso y racismo de sus nuevos compañeros, insatisfacción personal en su búsqueda de la identidad (rasgos asiáticos en un microuniverso "blanco y occidental"); ausencia de amigos, soledad, malas relaciones familiares, toxicidad en la convivencia cotidiana... Ingredientes que a menudo componen la coctelera con la que... Seguir leyendo