Ya conocemos a Pascualina de anteriores aventuras, una murciélaga a la que le cuesta un poco ir al cole, pero que colabora en la agenda familiar, como demuestra el hecho de acompañar a su madre a ese fascinante supermercado excavado en el interior de un roble donde hacen la compra junto al resto de animales del bosque. Pero, igual que suele ocurrir en las familias humanas, el atractivo visual que ofrecen algunos productos provoca que el carro vaya llenándose de cosas innecesarias y no previstas en la "lista oficial". Tal vez no concuerden con nuestros gustos (chupa-chups de babosa, chips de grillo, caramelos de corteza...); pero tampoco lo hacen con los de su mamá y provoca cierta tensión. Esa obsesión por adquirir objetos y alimentos caprichosamente genera una transformación en la quiróptero y, en consecuencia, un imprevisto accidente. El estilo brumoso y sugerente que aplica la artista italiana, afincada en París, convierten un sencillo relato en una atractiva aventura jalonada de ternura, sobre todo en el reencuentro final, y buen humor, a pesar de todo. Para quien no conozca la obra de Alemagna merece la pena tomar este libro ilustrado como acicate para dar un paseo por todas sus propuestas, premiadas en los espacios, ferias y congresos más prestigiosos del mundo literario.

Ya conocemos a Pascualina de anteriores aventuras, una murciélaga a la que le cuesta un poco ir al cole, pero que colabora en la agenda familiar, como demuestra el hecho de acompañar a su madre a ese fascinante supermercado excavado en el interior de un roble donde hacen la compra junto al resto de animales del bosque. Pero, igual que suele ocurrir en las familias humanas, el atractivo visual que ofrecen algunos productos provoca que el carro vaya... Seguir leyendo