El Murciélago Madre relata a sus dos hijos una historia de demonios tristes, encolerizados y dispuestos a desplumar a sus rivales y eternos enemigos: los ángeles. Una pequeña demonio y una angelita se hacen amigas y desaparecen. Este disparate tiene revueltos a unos y otros porque, ¿dónde se ha visto un demonio amigo de un ángel?
Tratado con humor, el sencillo conflicto pretende ser una parábola contra las guerras y a favor de la amistad.
La divertida caracterización de los personajes y el lenguaje exagerado y vivo invitan a pasar un buen rato y a disfrutar escenificando esta pieza. El Murciélago Madre relata a sus dos hijos una historia de demonios tristes, encolerizados y dispuestos a desplumar a sus rivales y eternos enemigos: los ángeles. Una pequeña demonio y una angelita se hacen amigas y desaparecen. Este disparate tiene revueltos a unos y otros porque, ¿dónde se ha visto un demonio amigo de un ángel?
Tratado con humor, el sencillo conflicto pretende ser una parábola contra las guerras y a favor de la amistad.
La divertida caracterización de los personajes y el lenguaje exagerado y vivo invitan a pasar un buen rato y a disfrutar escenificando esta pieza.

Una historia de ángeles y demonios

Nos encontramos en el claro de un encinar muy espeso. El sol está mostreado de piedras y de matas. Los árboles tienen el tronco negro, cubierto de musgo, húmedo. El respetable tiene la impresión de que se encuentra en un lugar muy remoto, oculto a todas las miradas. Casi puede percibir el olor a humedad que señorea el ambiente. Se advierte que apenas nadie ha puesto los pies en ese bosque, a no ser los animales salvajes que tienen en él su guarida.