Cuando Joe ve frustrado su deseo de convertirse en agricultor, se instala en la ciudad y se hace maestro. Sembrar semillas y poner libros en manos de los niños no son tareas tan distintas. Pero Joe siente un vacío en su vida que sólo desaparecerá cuando compagine ambas tareas, aunque sea lejos de su tierra natal cultivando café. El relato está narrado en tono poético, con un texto rico y cuidado. Las ilustraciones reflejan perfectamente ese lirismo: conjugan la modernidad y el indigenismo en las formas y rezuman un aroma cálido en sus colores básicos, muy ligados a la tierra.
Cuando Joe ve frustrado su deseo de convertirse en agricultor, se instala en la ciudad y se hace maestro. Sembrar semillas y poner libros en manos de los niños no son tareas tan distintas. Pero Joe siente un vacío en su vida que sólo desaparecerá cuando compagine ambas tareas, aunque sea lejos de su tierra natal cultivando café. El relato está narrado en tono poético, con un texto rico y cuidado. Las ilustraciones reflejan perfectamente ese lirismo: conjugan la modernidad y el indigenismo en las formas y rezuman un aroma cálido en... Seguir leyendo
El cuento del cafecito
Joe creció en una finca de Nebraska soñando con seguir los pasos de su padre y convertirse en agricultor. Era una vida dura con momentos dulces, los más dulces en compañía de aves.
Al comenzar la primavera, Joe sembraba maíz, intentando mantener sus surcos tan rectos como los de su padre.