Oso Pequeño no puede dormir porque tiene miedo. Oso Grande quiere tranquilidad para terminar de leer su libro. Todas las lamparitas de la cueva son insuficientes para acabar con la oscuridad, pero Oso Grande ofrece al pequeño la luz de la luna y de las estrellas.
Un cuento destinado a ocupar un puesto entre los tres o cuatro objetos de los que un niño no se separa. Un texto que nos habla de amor y ternura, del placer de leer cuando llega la tranquilidad de la noche. Un libro de cálidas ilustraciones y deliciosa lectura.
Oso Pequeño no puede dormir porque tiene miedo. Oso Grande quiere tranquilidad para terminar de leer su libro. Todas las lamparitas de la cueva son insuficientes para acabar con la oscuridad, pero Oso Grande ofrece al pequeño la luz de la luna y de las estrellas.
Un cuento destinado a ocupar un puesto entre los tres o cuatro objetos de los que un niño no se separa. Un texto que nos habla de amor y ternura, del placer de leer cuando llega la tranquilidad de la noche. Un libro de cálidas ilustraciones y deliciosa lectura.
¿No duermes, Osito?
Había una vez dos osos.
Oso Grande y Oso Pequeño.
Oso Grande era el más grande y Oso Pequeño era el más pequeño.
Habían jugado fuera todo el día al calor del sol.
Al caer la tarde, cuando el sol desaparecía en el horizonte, Oso Grande regresó con Oso Pequeño a su cueva de los osos.