Los traductores se han visto obligados a poner en juego toda su pericia y su ingenio –y al niño que llevan dentro– para transmitir el peculiar sentido del humor de este autor que se vuelve especialmente chispeante y juguetón en sus composiciones en verso. Quentin Blake, el ilustrador habitual de las obras de Roald Dahl, hace de maestro de ceremonias presentando la obra, pero a sus divertidas imágenes, tan familiares ya, se unen las de reconocidos ilustradores que aportan riqueza con sus personales interpretaciones plásticas. Los traductores se han visto obligados a poner en juego toda su pericia y su ingenio –y al niño que llevan dentro– para transmitir el peculiar sentido del humor de este autor que se vuelve especialmente chispeante y juguetón en sus composiciones en verso. Quentin Blake, el ilustrador habitual de las obras de Roald Dahl, hace de maestro de ceremonias presentando la obra, pero a sus divertidas imágenes, tan familiares ya, se unen las de reconocidos ilustradores que aportan riqueza con sus personales interpretaciones plásticas.

Poemas y canciones

Limpiamos su ventanal,
brillará como el metal,
¡como destella sobre el mar el sol!
Rapidez y servicio,
dedicación y oficio.
¡La Jirafa, el Pelícano y yo!

Hay que ver para creer
lo que sabemos hacer.
¡Es increíble tanto fulgor!sin parar ni a merendar.
¡La Jirafa, el Pelícano y yo!

Usamos agua y jabón,
experiencia y atención.
¡Pero jamás escaleras, no, no!
No las necesitamos,
a lo más alto llegamos.
La Jirafa, el Pelícano y yo.