Hugo Cabret no lleva una vida muy común. Se hace pasar por un adulto encargado de dar cuerda a los relojes de la estación de ferrocarril donde vive escondido, roba para sobrevivir y dedica todo su tiempo a reparar un autómata escribiente que quizá esconda un futuro mejor para él. La relación con un temible juguetero y una extraña niña llamada Isabelle le mostrarán el camino que debe seguir.  La mixtura de imagen y texto es la base de esta historia. Se aprecian resonancias cinematográficas en la forma de contar e ilustrar, y referencias a literaturas de siglos pasados con personajes infantiles universales, como los que aparecen en la obra de Dickens. La obra apuesta por contar de otra manera, mediante una original combinación de texto y dibujo, y por dar respuesta a las preguntas que toda buena historia nos plantea: ¿y qué pasó después?

Hugo Cabret no lleva una vida muy común. Se hace pasar por un adulto encargado de dar cuerda a los relojes de la estación de ferrocarril donde vive escondido, roba para sobrevivir y dedica todo su tiempo a reparar un autómata escribiente que quizá esconda un futuro mejor para él. La relación con un temible juguetero y una extraña niña llamada Isabelle le mostrarán el camino que debe seguir.  La mixtura de imagen y texto es la base de esta historia. Se aprecian resonancias... Seguir leyendo