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Una de las facetas menos conocidas del escritor y poeta mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, fue su labor como maestro en Mérida, Yucatán, en 1937, donde dio clases en un colegio de Secundaria para Hijos de Trabajadores.
Este aspecto de la prolífica vida del escritor y diplomático fue evocado por Rafael Tovar y de Teresa, presidente Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), durante el acto organizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SINTE) para conmemorar el centenario del nacimiento de Paz (1914-1998).
El Presidente del Conaculta habló ante cientos de profesores reunidos en el Centro Cultural del México Contemporáneo, en representación del presidente de México, Enrique Peña Nieto y les transmitió sus saludos y los de Marie Jo Paz, viuda del escritor homenajeado.
A continuación subrayó la vocación pedagógica del escritor que abandonó la carrera de Derecho para unirse a otros jóvenes escritores que decidieron dedicarse a enseñar la palabra desde las aulas y así cumplir con su convicción de llevar la cultura a grandes grupos de la sociedad.
“El principal objetivo de todas las actividades que se han realizado con motivo del centenario de su nacimiento ha sido tomar conciencia de la extraordinaria y eterna figura que significa Octavio Paz para México. Hay que recordar a Octavio Paz haciendo el mismo ejercicio de libertad y de crítica que caracterizó a su pensamiento. También hay que leerlo y acercarlo a las nuevas generaciones para así valorar sus ideas en el debate contemporáneo”, dijo Tovar.
Igualmente habló sobre la postura intelectual del autor de ensayos fundamentales en la historia de México como El laberinto de la soledad y Postdata, y dijo que sin conciencia crítica no ha ciencia ni hay arte y agregó que el escritor nacido en 1914 supo claramente que hay ciertos momentos de la historia en los que el silencio es inadmisible.
“A cien años del nacimiento de Octavio Paz conviene reflexionar sobre su vida y su obra en que son un derrotero ejemplar en el que se combinan el deber, la congruencia y la crítica. El homenaje que el SNTE realiza a Octavio Paz se suma a las actividades que el gobierno federal ha realizado a lo largo de todo 2014 para conmemorar su centenario y que ha incluido lecturas de poesía, mesas de debate, encuentros de intelectuales, exposiciones fotográficas, de escultura y pintura, ediciones conmemorativas, entre muchas otras actividades”, detalló el presidente de Conaculta.
“Octavio Paz supo que la crítica es la sustancia para disolver a nuestros ídolos y así hacerlos parte de nosotros”, destacó Tovar.
Por su parte, Juan Díaz de la Torre, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación dijo que al recordar a Octavio Paz, los maestros recuerdan a uno de los suyos. Recuperó la idea de que el libro El laberinto de la soledad termina con una interrogante sobre si México será capaz de alcanzar la modernidad y aseguró que los maestros de México son el puente entre la modernidad y la tradición.
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