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En el marco de Readmagine17, la Semana de la Innovación Digital de la Lectura, los Libros y las Bibliotecas, el pasado miércoles 7 de junio se reunieron una veintena de bibliotecarios madrileños en Casa del Lector (CDL) para avanzar en un plan, tutorizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez (FGSR), que trata de regenerar los servicios y analizar las debilidades y fortalezas de estos espacios, tanto los pertenecientes a la Red Municipal como los dependientes de la Comunidad Autónoma, a partir de un estudio previo encargado por la CAM.
Bajo el título Reimaginar la experiencia en la biblioteca en un contexto híbrido se programó una sesión en la que se llevaron a cabo diversas dinámicas, siempre con las conclusiones del estudio y las propias percepciones de los asistentes (la visión y experiencia que aporta la realidad profesional que viven a diario), como punto de partida para trazar un análisis pormenorizado y lo más completo posible.
Previamente, la FGSR había colaborado durante varios meses prestando asesoría en una investigación que ha incluido un estudio cualitativo con grupos de discusión (focus group) y otro cuantitativo con entrevistas individuales a más de 1000 personas.
Con el estudio cualitativo se ha obtenido información sobre los valores y atributos que, tanto los usuarios como los participantes que no usan las bibliotecas, asignan a la idea de biblioteca pública. Mediante las entrevistas se ha relacionado el perfil de cada uno de los participantes -a partir de variables sociodemográficas, de actitudes y consumos culturales-, con su uso de los servicios bibliotecarios.
Gracias a esta jornada de trabajo, de la que los asistentes salieron con muchas ideas generadas por ellos mismos tras debatir intensamente las conclusiones que se fueron esbozando, se pretende avanzar en una mayor definición de un modelo para comprender los usos y sugerencias que los ciudadanos de la Comunidad de Madrid tienen con y para sus bibliotecas públicas.
La dinámica sigue la estela de las iniciativas que comenzaron a celebrarse en 2015, cuando la presentación de tres experiencias disruptivas cristalizó en exitosos resultados, en cuanto que las Administraciones Públicas han respondido con un incremento de fondos y, lo que es más relevante, concediendo un protagonismo mayor a las bibliotecas públicas que participan en las experiencias innovadoras. O en 2016, cuando el programa incluyó una sesión de trabajo referida al proceso de participación en la redefinición de las bibliotecas en el que se presentaron las últimas experiencias en este campo de ciudades como Madrid o Berlín.
Esta línea de trabajo también ha sido desarrollada por la FGSR en Gijón y otras ciudades españolas.
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