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El Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga es convocado por el Área de Educación del Ayuntamiento de esta ciudad andaluza, en colaboración con la editorial Anaya, con el objetivo de promover la lectura entre los más pequeños y reconocer la importancia de la narrativa para el público infantil.
El jurado propuesto para la octava edición del galardón ha estado presidido por la escritora Maite Carranza y ha contado con la participación de Pablo Aranda (escritor malagueño que obtuvo este premio en su segunda edición); Jacqueline de Barros (escritora y editora); el director de Anaya Infantil y Juvenil, Pablo Cruz; y el coordinador del premio y escritor Antonio Gómez Yebra.
Tras analizar las 124 obras que se han presentado (procedentes de todas las comunidades autónomas y de países como Alemania, EEUU, Gran Bretaña, Francia, Argentina, Puerto Rico, Ecuador, Cuba, Brasil o Bolivia), el tribunal ha elegido El Gallimimus, de la escritora madrileña Paloma Bordons, como ganadora de esta octava edición.
El premio está dotado con 8.000 euros y garantiza la publicación de la obra en la colección de Anaya Libros singulares.
Paloma Bordons nació en Madrid en 1964, pero reside habitualmente en Brighton (Inglaterra). Estudió Ingenieria Técnica Forestal a la vez que trabajaba como documentalista en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, después completó esta formación con la carrera de Filolofía Hispánica sin dejar nunca su principal afición: la escritura.
En 1986 sus historias para niños obtuvieron el primer reconocimiento al quedar finalista en el prestigioso Premio Barco de Vapor, de SM, con la obra Chis y Garabís.
En la década de los noventa vivió en Bolivia, donde colaboró con la Secretaría de Educación Boliviana, Argentina, Suiza e Inglaterra. En esta etapa publicó La tierra de las papas.
Ha sido finalista del Premio Barco de Vapor en tres ocasiones (1986, 1990 y 1997), y ganadora en la edición de 2004. También ha recibido el accésit del Premio Lazarillo de Literatura Infantil por el libro de poemas Hojas de líneas cojas, en 1994, así como el Premio Edebé. Es aficionada al dibujo y ha ilustrado gran parte de su obra para niños y jóvenes (que asciende ya a casi cuarenta títulos).
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