El rap como instrumento para acercar la lectura a los alumnos

El IES Benigasló de la Vall d’Uixó, en Castellón, vió crecer entre sus aulas a Sergio Ortega, hoy lider de la banda de rap OTG. Conocer de cerca sus inquietudes ha servido para que el equipo docente haya decidido elegir una de las canciones escritas por él como banda sonora de las actividades que se realicen durante el presente curso en el marco del Plan Lector de este centro escolar.

 

Mil Libros, el tema seleccionado, realiza un recorrido por los grandes clásicos, citando personajes de historias escritas por autores como Cervantes, Baudelaire o Shakespeare, o ensalzando otros títulos fundamentales como La Odisea, La Celestina, Alicia en el País de las Maravillas, El Quijote, Viaje al centro de la Tierra o Crimen y castigo; e incluso obras maestras del cine como El Ángel Exterminador, Matar a un ruiseñor, Cleopatra...

 

 

En este caso el equipo docente del centro ha aprovechado los vinculos que unen a un antiguo alumno con las nuevas generaciones y el atractivo que posee este género musical, el hip hop, que tradicionalmente cala hondo en los sentimientos de los adolescentes.

 

Sin embargo no es el primer caso en el que el rap se utiliza con fines didácticos en este ámbito. En 2010, la Obra Social de Caja Cantabria puso en marcha el proyecto Los viajes de corchea, una campaña para acercar a los estudiantes de secundaria de esa comunidad autónoma la historia del hip hop y sus vinculaciones con otras manifestaciones artísticas, a través de la participación de diversos artistas.

 

También en Castilla-La Mancha se han celebrado talleres similares, mostrando la obra de autores como Edgar Allan Poe o el propio Cervantes a las nuevas generaciones de lectores a través de las canciones de otros cantantes encuadrados en este género musical. En Cataluña, Pau Llonch lleva varios años impartiendo sesiones de hip hop en institutos y centros culturales con el objetivo de hacer reflexionar a los alumnos sobre la discriminación, a la vez que se ofrecen algunas orientaciones para aprender a rimar al son de la música.

 

Son algunos de los múltiples ejemplos que han sido apoyados por artistas como Zenit, El Chojin (que celebra habitualmente talleres relacionados con la escritura y la crítica social); o Nach, cantantes que citan directa o indirectamente a distintos escritores, novelas, cómics y poemas en sus letras y que han participado en alguna ocasión en propuestas vinculadas a la escuela para promover la curiosidad por la literatura desde las rimas del rap.

 

Pero no solo rostros conocidos, hay artistas anónimos que han modelado proyectos interesantes en esta misma dirección. Hace unos años se publicaba Rapsodas en el barrio una propuesta de varios jóvenes de Villaverde (Madrid), organizada por la Fundación Tomillo, que reunía versiones de versos clásicos de Calderón, Lope de Vega, Quevedo...

 

¿Conoces experiencias similares en tu ciudad? Hay miles de iniciativas que han utilizado el hip hop como base eficaz para descubrir las mejores historias en todos los soportes.