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Design Thinking en las bibliotecas escolares

¿Quieres renovar el aspecto y los servicios que ofrece la biblioteca escolar? Gracias al Design Thinking es posible aplicar dinamicas innovadoras y productivas a la hora de reformar las iniciativas que se emprenden desde este espacio. La revista Edutopía, impulsada por la Fundación George Lucas, ofrece en un artículo firmado por Laura Desley (directora de Innovación Estratégica en The Lovett School y directora fundadora de Lab Atlanta) en el que se apuesta firmemente por esta exitosa metodología.

Desde 2011 trabaja junto a un equipo de profesionales en un proyecto de diseño vinculado a este centro educativo, The Lovett School, en Georgia (EEUU), mediante el que se pretente responder a una pregunta "¿Cuál podría ser el futuro de la biblioteca?" A través de un replanteamiento radical, utilizando el "pensamiento de diseño", y un poco de improvisación, se han ido plasmando algunas ideas.
 
 
Esta metodología de aprendizaje "desordenado", que se utiliza para analizar problemas complejos y resolverlos colectivamente, descubre las necesidades no satisfechas y produce nuevos modelos innovadores. Muchos centros educativos en todo el mundo ya utilizan estas técnicas para ayudar a sus alumnos. En relación a la biblioteca escolar la autora considera fundamental iniciar un camino jalonado por siete pasos básicos:
 
Paso 1: Organizar un equipo de diseño
Es positivo invitar a un equipo multidisciplinar, formado por ejemplo por maestros, administradores, bibliotecarios, estudiantes y padres, a trabajar juntos durante un año. Es importante que sean personas curiosas y comprometidas con el reto de reinventar la biblioteca.
 
Paso 2: Aprender los conceptos básicos
El grupo debe investigar todo lo posible sobre las metodologías utilizadas en el Design Thinking en otros campos y adaptar las que puedan tener mayor utilidad en este ámbito. En este punto es necesario aportar un poco de imaginación.
 
Paso 3: Ejercitar la empatía
Para conocer las necesidades y los problemas a resolver, en primer lugar hay que entrevistarse con los usuarios de la biblioteca. Es importante preguntar en la comunidad tanto a estudiantes como a profesores y bibliotecarios. De igual forma visitar otras escuelas y observar quién usa la biblioteca y para qué. Si estamos interesados en crear un espacio seductor, debemos escuchar, ver y aprender de las acciones que se llevan a cabo desde lugares donde la gente acude voluntariamente a "pasar el rato". ¿Cuáles son? ¿Qué espacios invitan a la curiosidad, el descubrimiento, la creatividad, la colaboración, el aprendizaje? ¿Qué les hace tan atractivos?
 
Paso 4: Definir el problema
Una vez que hayamos conseguido involucrar a los usuarios, es hora de analizar los datos y averiguar qué necesidades buscará satisfacer. Por ejemplo: un maestro desea conectar a sus alumnos con expertos de la comunidad para ayudar en una investigación para un trabajo escolar ¿cómo podemos hacerlo?
 
 
Paso 5: Lluvia de ideas.
En un equipo colaborativo todas las ideas pueden ser buenas. Anotar todas las que vayan saliendo en notas adhesivas para obtener el mayor número posible (por ejemplo sobre una pared o pizarra para que estén a la vista de todos los participantes) Siguiendo el ejemplo anterior, una primera medida podría ser encuestar a los padres para averiguar dónde trabajan y cuáles son sus intereses y áreas de experiencia.
 
Paso 6. Prototipo de una solución.
Una vez hayamos valorado todas las ideas, es positivo desarrollar una rápida solución, un boceto en el que se planteen algunas posibles soluciones a partir de la suma de propuestas.
 
Paso 7. Prueba el prototipo.
Para ver si estamos en el camino correcto, podemos experimentar con el público destinatario ese proyecto que hemos construido de forma esquemática. Obtendremos una gran retroalimentación por parte de los usuarios que ayudará a corregir errores, implementar mejoras... Es muy positivo repetir la experiencia hasta que tengamos suficientes comentarios para ejecutar una solución.
 
La Fundación Germán Sánchez Ruipérez lleva varios años aplicando esta metodología en el mundo bibliotecario a través de diversos estudios y trabajos de campo, en distintas ciudades y a través de las acciones emprendidas en el marco de su proyecto Readmagine.
 
Puedes conocer algunas técnicas de Design Thinking en este enlace.
 
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