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Aprender a usar la información en la Biblioteca Escolar en Secundaria (Segunda parte)

Aplicación práctica

Hay distintas propuestas internacionales que pueden servir de modelo para concretar la competencia informacional, pero resultan normas demasiado genéricas para delimitar los objetivos de aprendizaje1.

Necesitamos marcos de aplicación donde encuadrar las actividades y las didácticas concretas. A continuación se presenta un modelo específico, en sintonía con las normas internacionales, que puede configurarse como guía de aplicación de la competencia en el ámbito escolar. Su finalidad es facilitar la planificación en los centros de un programa sistemático y globalizado que pueda concretarse en las diferentes etapas de la educación obligatoria.

La biblioteca escolar puede coordinar para todo el centro el desarrollo de la competencia informacional a través de la vertebración de un proyecto general enmarcado en este modelo que desarrolla la competencia en tres ámbitos diferenciados pero relacionados. 2

 

Cuadro 2

1. BÚSQUEDA Y RECUPERACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Reconocer la necesidad de información
  • Definir el problema que hay que resolver.
  • Determinar qué información se necesita.
  • Identificar las características de esta información: cobertura geográfica y cronológica, nivel, extensión y formato.
  • Diseñar un plan de trabajo para abordar la tarea.
Comprender los recursos informativos disponibles
  • Comprender cómo se elabora, organiza y almacena la información (formatos y soportes).
  • Conocer los distintos tipos de recursos existentes (tipologías documentales).
  • Comprender las características y utilidades de cada tipo.
  • Seleccionar los recursos que mejor se ajusten a la necesidad planteada.
  • Conocer cómo acceder a los recursos informativos en las bibliotecas y en Internet.
Localizar y recuperar información
  • Planificar el trabajo de búsqueda.
  • Diseñar estrategias de búsqueda.
  • Conocer la herramienta de búsqueda específica de cada tipo de recurso informativo.
  • Utilizar sistemas avanzados de recuperación de información.
Evaluar los resultados y el proceso de búsqueda
  • Comprender, analizar e interpretar críticamente los resultados de una búsqueda.
  • Identificar y seleccionar la información relevante.
  • Aplicar criterios para valorar la calidad de la información: fiabilidad, actualización, accesibilidad y usabilidad.
  • Identificar la sobrecarga informativa.
  • Comparar información de diversas fuentes.
  • Reflexionar sobre la validez de los procesos de la búsqueda realizada.

2. ANÁLISIS Y TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Explorar, organizar y registrar los contenidos seleccionados
  • Explorar la información seleccionada
  • Comprender, analizar e interpretar con profundidad la información.
  • Segmentar y establecer relaciones jerárquicas y asociativas.
  • Sistematizar y sintetizar la información relevante.
  • Organizar el registro de la información seleccionada
  • Extraer y registrar la información relevante.
  • Ordenar y clasificar la información seleccionada.
  • Almacenar la información recuperada con métodos específicos.
  • Representar los contenidos de forma sintética con esquemas y resúmenes.

Transformar la información en conocimiento personal

  • Incorporar la nueva información a la propia base de conocimientos.
  • Integrar información de fuentes diversas.
  • Hacer inferencias.
  • Construir significados.
  • Establecer conexiones con conocimientos previos.
  • Formular conclusiones.
  • Elaborar nueva información.

 

3. COMUNICACIÓN Y APLICACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Actuar con ética y responsabilidad en la utilización
  • Acceder legalmente a los recursos de información.
  • Reconocer y citar adecuadamente las fuentes de información utilizadas.
  • Mantener la privacidad y seguridad de la información.

Comunicar y aplicar los resultados correctamente

 

  • Utilizar la información de forma efectiva.
  • Aplicar la información para un propósito específico.
  • Comunicar la nueva información elaborada.
  • Editar los contenidos utilizando diferentes formatos y soportes.
  • Presentar documentos claros y bien estructurados.

 

 

 

Como señalan las Directrices de la IFLA/UNESCO para la biblioteca escolar3, la biblioteca ha de ser impulsora en el centro educativo de un programa específico de aprendizaje en la utilización de la información. Hay que seguir haciendo las actividades para que el alumnado conozca la biblioteca, su espacio, sus servicios y sus materiales; pero ahora es necesario hacer más, y hacerlo con un nuevo enfoque y de manera coordinada con las actividades que se realicen en el centro en relación con el uso de las nuevas tecnologías.

Para desarrollar la competencia informacional se requiere el desarrollo de un proyecto que implique a todo el centro, pues su desarrollo no es responsabilidad única del bibliotecario, aunque pueda ser quien lo impulse y coordine, sino de todo el profesorado.

Los programas formativos que aglutine este proyecto han de tener dos vías de aplicación interrelacionadas: la realización de actividades de aprendizaje en el uso de la información en la biblioteca y la utilización de la misma para la realización de tareas investigadoras planteadas desde las distintas materias. Se trata de dos fases de actuación que se alimentan y complementan mutuamente y que permiten garantizar que las actividades formativas de la biblioteca no estén desintegradas de la práctica educativa.

Los programas formativos específicos de la biblioteca deben abordar el primer ámbito a partir del desarrollo de actividades donde se aprendan los contenidos referidos a la localización y recuperación de la información en bibliotecas y en Internet, poniendo un especial interés en la metodología investigadora, las características de las fuentes de información, las herramientas de búsqueda y los criterios de valoración más destacados4.

La implementación de los programas pasa por la programación de actividades para cada ciclo educativo distribuyendo los objetivos educativos, planificando y temporalizando las actividades de aprendizaje y su evaluación correspondiente. Es necesario un enfoque progresivo que marque un proceso permanente con periodos de iniciación, de énfasis y de refuerzo con las características de cada etapa.

El desarrollo de los ámbitos restantes del modelo hay que articularlo por medio de la realización de las actividades investigadoras planteadas desde cada materia. La integración de las habilidades informacionales en el currículum pasa porque su entrenamiento esté integrado en los procesos educativos. Solo así estas habilidades serán relevantes y podremos motivar a los alumnos a dominarlas y aceptar el uso de la información como una parte natural de las tareas escolares.

No podemos olvidar que en el desarrollo de la competencia informacional se precisa una visión constructivista del aprendizaje relacionada con el llamado aprendizaje significativo. Hay que aplicar un enfoque investigador de la didáctica que encuentra su aliado más firme en la biblioteca escolar y en sus programas formativos para aprender a utilizar la información.

Así pues, aprender a investigar e informarse necesita de manera fundamental la activación por parte del profesorado de la motivación y la creatividad en el aprendizaje de los alumnos alrededor del eje lenguaje-pensamiento. Hay que activar su curiosidad, la capacidad de detectar problemas, la tendencia a explorarlos mediante planes de actuación dirigidos a contrastar suposiciones y predicciones. Es necesario transmitir ilusión por el aprendizaje y trabajar el sentido del descubrimiento para fomentar el hábito investigador y la creatividad. No hay que olvidar que el elemento más importante en este proceso es el apoyo y la acción educativa del profesor como guía y mediador que encuentra en la biblioteca escolar un centro de recursos para el aprendizaje, y en el bibliotecario su cómplice y aliado.

Este texto es una colaboración de Gloria Durban


(1) Alfabetización en información: la definición de CILIP (UK) (2004). Asociación Andaluza de Bibliotecarios, año 19, n. 77.  LAU, J.(2004). Directrices internacionales para la Alfabetización informativa. http://bivir.uacj.mx/DHI/DoctosNacioInter/Docs/Directrices.pdf.  [Consulta: 06.09.2013]
(2) DURBAN, G. «Aprender a utilizar la información en la biblioteca escolar». Educación y biblioteca, n. 156, (2006) pp. 60-62.
(3) Directrices IFLA/UNESCO para la biblioteca escolar, 2002. http://www.ifla.org/VII/s11/pubs/sguide02-s.pdf.  [Consulta: 06.09.2013]
(4) BARÓ, M. y MAÑÁ, T. (2002): La formación de usuarios en la biblioteca escolar. Educación Secundaria. Málaga: Consejería de Educación y Ciencia. Delegación Provincial de Málaga. Junta de Andalucía.

 

 
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