Una sucesión de sueños banales, un despertador que no suena a tiempo, el autobús 69 que se escapa… La cadena de casualidades permitió a Catherine evitar el atentado que terminó con la vida de varios de sus compañeros dibujantes en la revista satírica Charlie Hebdo. Tras el horror la autora quedó sumida en una crisis vital y en una existencia permanentemente marcada por la necesaria escolta policial y, en consecuencia, por la falta de libertad. El proceso de recuperación del “yo” artista pasó por diversas fases que aparecen retratadas sin perder el humor, con magdalena proustiana incluida, en viajes y experiencias transformadas en algunas de las más bellas estampas gráficas nacidas en el cómic europeo en la última década. El camino por retomar el interés por la creación y por la propia vida tras un shock de semejantes dimensiones surgió a través de la contemplación de la belleza y la admiración del arte verdadero, hilo conductor que favorece la catarsis. Una obra de arte necesaria que ojalá nunca hubiera tenido argumento para ser contada.

Una sucesión de sueños banales, un despertador que no suena a tiempo, el autobús 69 que se escapa… La cadena de casualidades permitió a Catherine evitar el atentado que terminó con la vida de varios de sus compañeros dibujantes en la revista satírica Charlie Hebdo. Tras el horror la autora quedó sumida en una crisis vital y en una existencia permanentemente marcada por la necesaria escolta policial y, en consecuencia, por la falta de libertad. El proceso de recuperación del “yo” artista... Seguir leyendo