Un álbum cuyo único texto es la frase del título, suficientemente explícita respecto al contenido de la historia. Narra una anécdota tan divertida como habitual: buscar las propias gafas por todos los rincones de la casa. Su orondo y despistado protagonista las buscará sin cesar por los lugares más insólitos: en la nevera, en la boca de su perro o en una pecera. Desde la portada a la contraportada, la autora va narrando visualmente la búsqueda de este personaje, haciendo partícipe al lector, página a página, de su singular forma de vida. Las ilustraciones, surrealistas, irónicas y llenas de humor, están plagadas de detalles escondidos que invitan a observar con detenimiento. Una reedición para degustar sosegadamente.

La publicación en 1970 de La cocina de noche supuso una conmoción mayor que la de Donde viven los monstruos pocos años antes, pues en esta nueva vuelta de tuerca al deseo, el niño protagonista, Miguel, ni siquiera precisa huir a lejanos parajes, sino que convierte su curiosidad por lo que sucede en la cocina durante la noche en un viaje sensorial donde puede recrearse en todo aquello que le está vedado: trastear desnudo fuera de su cuarto, mezclarse gozosamente con la esponjosa masa de un pastel, ascender a la luna para cumplir una misión gastronómica, nadar impúdicamente dentro de una botella de leche... para terminar plácidamente dormido en su cama. Las voluptuosas ilustraciones de Sendak están al servicio de una ensoñación onírica de raíz cuasi freudiana. Difícil no simpatizar con la expresión de libertad y la delectación placentera que emanan de este maravilloso álbum...

Excelente volumen de cuentos de un escritor de la generación del 38 prácticamente inédito en Chile. La obra de José Edwards puede ser asimilada de modo crítico a través de dos prismas literarios: primero, la obra de Franz Kafka, quien descubrió para el siglo XX el modo narrativo de la parábola angustiada, carente de sentidos últimos, en tanto vehículo privilegiado para la expresión de la experiencia moderna (los textos de Edwards, breves y certeros, inevitablemente generan una serie de relapsos kafkianos). Y segundo, la obra de Juan Emar, quien al igual que Edwards logra emparentar el absurdo con múltiples preguntas de orden escatológico. Seguramente los jóvenes se verán reflejados en muchos de los relatos de Edwards, que insisten en volver una y otra vez sobre las preguntas últimas de la vida.

Un chico y su vecina salen de casa para asistir a un concierto. Al abrir la puerta, descubren estupefactos que la escalera del edificio ha desaparecido. Un platillo volador, un zepelín, dos dinosaurios y una bandada de golondrinas pasan por delante sin detenerse para ayudarles. Un colchón y un salto arriesgado les permitirán llegar al final de la función. Extravagante historia ilustrada que, entre escenas y situaciones disparatadas, explica al lector las diferentes partes que tiene un concierto clásico.

Alicia es una niña curiosa, dispuesta por igual a colarse por el agujero de una madriguera en pos de un conejo (Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas) o a saltar al otro lado del espejo para comprobar si allí también las cosas suceden del modo acostumbrado. En sus incursiones por territorios ignotos (quién sabe si fruto de ensoñaciones), tendrá ocasión de vivir peripecias que alterarán su percepción de la realidad y la someterán a ocurrentes -¡y engañosas!- pruebas de ingenio y acertijos enrevesados, a los que deberá enfrentarse si quiere salir airosa de una muy especial partida de ajedrez en un espacio donde operan unas reglas extrañas. Una suerte de mundo al revés poblado de personajes estrafalarios, juegos diabólicamente "perversos" y situaciones absurdas. Alicia tendrá oportunidad de comprobar no solo que la curiosidad no mató al gato, sino que los gatos curiosos -como ella- son los que tienen tantas vidas como su imaginación.

Ni la alcaldesa, ni el fontanero, ni el sacristán ni el sargento son capaces de sacarlo de allí: el elefante ha ocupado la catedral y ahora no quiere salir. Juan Mayorga, dramaturgo español contemporáneo, se acerca al público infantil con esta pieza ilustrada de forma magistral por Daniel Montero. A través de ambos, textos e ilustraciones juegan y dialogan en esta obra tan divertida como absurda y desproporcionada, que acerca a los lectores al género teatral.

Un melancólico y sugerente cuento de Kafka sobre la insatisfacción humana y sobre el paso a la edad adulta. El protagonista es un trapecista  que vive solo para su arte y por ello ha decidido no bajar nunca de su trapecio. Un día, un sentimiento de tristeza embarga al artista y solicita al empresario del circo la instalación de un segundo trapecio. Muy bien narrada y con un estilo visual y cinematográfico, destaca la expresividad de la prosa. Las ilustraciones geométricas y oníricas se entrelazan a la perfección con el tono del texto.

Aparentemente nada tiene sentido en este libro. Una palmera enana de Shangai, un piano de cola desenterrado y una galleta caliente del Polo Norte, ¿qué hacen aquí? Al más puro estilo “cadáver exquisito”, el juego, la fantasía y el humor absurdo se unen en este libro de misterios que nadie puede resolver…hasta que llega Recoleta, una lectora perspicaz y curiosa. Ella será la encargada de desvelar este original secreto ideado por Antonio Lozano e ilustrado por Alba Marina Rivera.

Miquel Obiols: "A mí me interesa la escritura como experimento, me gusta experimentar, recrear temas, jugar con el lenguaje". Éste es el primer libro del autor que llegó a nosotros. Fue un libro innovador en 1977 y aún lo es hoy. Entre Lewis Carroll y el juego lingüístico de Oulipo, Obiols construye sus historias con imaginación desbordante. Pero va mucho más allá en sus vueltas con el lenguaje, con los juegos de palabras, con los relatos dibujados. Ocho cuentos sorprendentes que divierten desde el absurdo, con un lenguaje sencillo pero estudiado y cuidado. Fue todo un reto como ópera prima.

Walter, un niño de nueve años, cuenta en una grabación la extraordinaria aventura que aconteció el día que acompañó a su vecinito a comprar globos. Adquirieron dieciocho que estaban llenos de un gas especial, que elevó a los niños por el aire, los arrastró hasta la costa y los llevó hasta una isla perdida en el mar. Allí conocieron a una centenaria señora, enana y barbuda, que les ayudó a regresar a casa. Un relato maravilloso que rezuma ternura y bebe de las narraciones tradicionales y el que se resalta el valor de las historias como estrategia de consuelo.

Detrás de la inexplicable expresión “preferiría no hacerlo” que el formal y eficiente Bartleby responde a su jefe, una y otra vez, cuando este le pide realizar una nueva tarea, se esconde el misterio de este relato subyugante de Herman Melville, conocido sobre todo como el autor de Moby Dick. Nos encontramos ante un clásico absolutamente moderno de la literatura contemporánea. ¿De qué nos habla? De muchas cosas, pero quizá la más llamativa sea lo absurdo de la existencia. Historia con tintes psicológicos que destaca también por su construcción, ya que vamos conociendo al personaje y su decisión de no trabajar más a través del relato de su jefe que mantiene con él una relación de atracción/repulsión.

Tras el éxito de Frankenstein se hace un sándwich y otras historias, Adam Rex repite fórmula con esta obra en la que mezcla formas y formatos de texto e ilustración. Una antología de anécdotas, historias, poemas, tiras cómicas…protagonizadas por personajes tan conocidos como Frankenstein, Drácula, el Jinete sin cabeza, y el mismísimo Edgar Allan Poe, entre otros, que buscan la risa del lector a través de un humor absurdo.

Daniel Nesquens, prolífico autor de cuentos infantiles y ganador de los premios Anaya Infantil y Juvenil y Barco de Vapor, nos presenta una extraordinaria colección de historias supuestamente escritas por Alejandro, un niño de diez años. El lenguaje infantil, la mezcla de ingenuidad y picardía con la que describe a su familia y las exageraciones de la realidad que arrastra con toda naturalidad hasta el paroxismo de la fantasía más alocada, suponen un ejercicio de ingenio y humor magistralmente escrito y altamente recomendable.

Los habitantes de un curioso pueblo viven siempre cayendo, no caminan sobre el suelo, no tienen pies sino «polas», una especie de bolas al terminar las piernas que les impedirían estar de pie. Pero tanto debajo como encima de este pueblo hay otros dos. Para ir al pueblo de abajo hay que estar muy triste y, para ir al de arriba muy alegre. El estado de ánimo hará que se baje o se suba.  Original novela breve de este autor más conocido en el ámbito de la novela adulta. Ha creado una historia llena de metáforas sobre la vida en la que un pueblo y sus habitantes caen hacia abajo. Pero en algún momento van a llegar al suelo y para que la caída no sea brusca deben aminorar la velocidad. El secreto está en ser felices, pero esto se consigue si uno busca la felicidad de los demás, si uno busca la propia felicidad nunca llega a ella. Una historia aparentemente sencilla, con toques de humor, y que habla sobre todo de la generosidad.

Esta divertida novela nos cuenta todo lo que ocurrió en casa de la protagonista el día que su hermano se enfadó de verdad. En aquella ocasión el pequeño tomó una decisión tan insólita como determinante: se subió a lo alto de un armario y decidió no bajar nunca más. Por el salón de su casa desfilaron seres increíbles: una mujer rota, un hombre con zancos, un señor siempre triste..., pero ninguno logró convencer al niño de que bajara a vivir con su familia. Todo parecía perdido, hasta que un día llegó Violeta...

El premio «El barco de vapor» de 2011 es una mezcla de libro de intriga y libro de viajes. El protagonista, un niño muy curioso, no puede soportar todos los interrogantes que tiene sobre el nuevo vecino del piso de abajo. Un señor extraño que nada más llegar colocó en la puerta un elegante letrero con su nombre: S. Peltoonen. Era diferente a todos los demás adultos que habitaban el edificio. Tenía un acento raro, que pronto averiguó que era islandés. Vivía solo y casi nunca recibía visitas.  Un día, incapaz de aguantar más la curiosidad, nuestro protagonista se decidió a escribirle una nota con una pregunta.

Con un estilo de ilustración que evoca a los grabados, este magnífico álbum nos traslada a un mundo de fantasía oscura, divertida e irónica.Madame Pol se ofrece como voluntaria para un truco de magia y, en consecuencia, se encuentra de inmediato volando por los aires, fuera de control.Mientras las autoridades intentan que aterrice, ella disfruta de las incursiones que le permite estar a tan gran altura, sin nadie que pueda mandarla ni detenerla.Una preciosa propuesta, innovadora y clásica a la vez, que hará disfrutar a niños y adultos.

El periodista Nathaniel Maris aparece al lado del Mago Latopec, un coleccionista de grandes espejismos y máquinas fantásticas. También es el creador del parque de atracciones amenazado por las intrigas del malvado Buenaventura Mestres. Un relato que combina humor, fantasía e intriga. Una trama perfecta somete los acontecimientos a una estructura lógica, dando apariencia de probabilidad a sucesos y planteamientos extraordinarios. Una emocionante lectura cuyo ritmo el lector puede modificar y adaptar para detenerse y recrear las múltiples propuestas.

Un gusano atraviesa estos cuentos que te cuento; un rey de papel nos muestra su reino de papel; un barco crece desde el mar abierto hasta hacerse grande en el puerto; una señorita aseñorada que ríe con el caminante que croa como una rana; un Don Crispín vuela sin fin, con el maletín y el violín; el soldado Trifaldón y la hormiga capitana marchan con el batallón y, al fin, el gusano se despide y dice fin. La sonoridad del disparate es lo primero que cautiva al niño lector o recitador de los cuentos de María de la Luz Uribe. La escenografía de Krahn también apuntan en esta dirección. No resulta inusual que cerrado el libro, sus historias prosigan de forma oral, transmuten en canción, juego o representación. Entonces los personajes planos de las ilustraciones y la reiteración de los versos adquieren una vida improvisada, que desbordan humorismo y así florecen los elementos simbólicos que se esconden entrelíneas.

Miguel Calatayud ofrece en este álbum ilustrado su particular visión del mundo. Presenta cuarenta divertidas escenas, en las que todo está del revés. Son situaciones que provocan un comentario, una sonrisa, una reacción, una chispa del pensamiento. Las ilustraciones están realizadas con trazos finos, geométricos, combinando dos colores y rematadas con unas pinceladas de crítica social.