Relato que tiene por protagonista a un conejo de porcelana, Edward Tulane, coqueto y presumido, a quien su dueña, una niña de diez años, Abilene Tulane, quiere con locura y cuida con esmero. La vida del conejo es casi perfecta, hasta que, encontrándose con Abilene y sus padres en el crucero Queen Mary, cae por la borda al mar. Comienzan las aventuras para Edward, que intentará por todos los medios volver a casa y reencontrarse con su amada dueña. Una edición cuidada y bonitas ilustraciones hacen más bello aún este libro. Relato que tiene por protagonista a un conejo de porcelana, Edward Tulane, coqueto y presumido, a quien su dueña, una niña de diez años, Abilene Tulane, quiere con locura y cuida con esmero. La vida del conejo es casi perfecta, hasta que, encontrándose con Abilene y sus padres en el crucero Queen Mary, cae por la borda al mar. Comienzan las aventuras para Edward, que intentará por todos los medios volver a casa y reencontrarse con su amada dueña. Una edición cuidada y bonitas ilustraciones hacen más bello aún este libro.

El prodigioso viaje de Edward Tulane

Érase una vez en una casa de la calle Egipto un conejo hecho casi enteramente de porcelana. Tenía brazos de porcelana, manos de porcelana y cabeza de porcelana, torso de porcelana y nariz de porcelana. Sus brazos y sus piernas estaban unidos y articulados con alambre para que sus codos de porcelana y sus rodillas de porcelana pudieran doblarse, lo que le proporcionaba gran libertad de movimiento. Sus orejas estaban hechas de piel de conejo; y el alambre de su interior, permitía colocarlas en diferentes posturas.