Argumento e ilustraciones se apoyan en el buen humor para mostrar cómo un niño funde su fantasía, nutrida en los cuentos, con la realidad. La intención lúdica se extiende a la disposición del texto y las sorpresas que contienen las páginas desplegables. Desde las primeras líneas se aprecia la complicidad humorística de la voz narradora: la de quien cuenta un cuento sabiendo cambiar la voz (reflejado en los tipos de letra). Si un adulto se presta a compartir esta lectura con el niño, la diversión será redonda. Argumento e ilustraciones se apoyan en el buen humor para mostrar cómo un niño funde su fantasía, nutrida en los cuentos, con la realidad. La intención lúdica se extiende a la disposición del texto y las sorpresas que contienen las páginas desplegables. Desde las primeras líneas se aprecia la complicidad humorística de la voz narradora: la de quien cuenta un cuento sabiendo cambiar la voz (reflejado en los tipos de letra). Si un adulto se presta a compartir esta lectura con el niño, la diversión será redonda.

Don Carlitos Calzas Sucias y la grandiosa aventura

Érase una vez un bosque denso y tenebroso lleno de árboles monstruosos que gemían, bestias terribles que gruñían y tustos temblones que acechaban para hacerte cosquillas en los pies.
En medio del aquel bosque, rodeada de arbustos espinosos, se alzaba una torre alta, muy alta, con el tejado puntiagudo. Y al pie de la torre había una gran puerta de madera.
Dentro de la torre había una escalera qye serpenteaba y serpenteaba hasta llegar a una pequeña puerta de madera que había en lo más alto.