El mundo habitado por Fuego resulta apasionante al lector juvenil. En la novela se construye una cosmogonía coherente en la que destaca la existencia de una tipología muy particular de monstruos y la heroína resulta un personaje tan complejo como atractivo. En el relato hallamos grandes dosis de aventura, intriga y romance. Los dilemas éticos también tienen un importante protagonismo y animan a seguir leyendo. Por esta característica, Fuego goza de una cualidad que la diferencia de la gran mayoría de obras de High Fantasy. Aquí radica su principal mérito: aborda problemas morales sin recurrir a soluciones preestablecidas ni aleccionadoras. El mundo habitado por Fuego resulta apasionante al lector juvenil. En la novela se construye una cosmogonía coherente en la que destaca la existencia de una tipología muy particular de monstruos y la heroína resulta un personaje tan complejo como atractivo. En el relato hallamos grandes dosis de aventura, intriga y romance. Los dilemas éticos también tienen un importante protagonismo y animan a seguir leyendo. Por esta característica, Fuego goza de una cualidad que la diferencia de la gran mayoría de obras de High Fantasy. Aquí radica su principal mérito: aborda problemas... Seguir leyendo

Fuego

Larch pensaba con frecuencia que, de no ser por aquel hijo recién nacido, habría sido incapaz de superar la muerte de Mikra, su esposa. En parte se debía a que la criatura necesitaba un padre vivo y activo, que se levantara por las mañanas y trabajara como una bestia de carga todo el día, y en parte, por la manera de ser del propio niño, pues era una criatura tan buena, tan tranquila, cuyos gorjeos y arrullos tenían un sonido tan musical... Por no hablar de los ojos, de un color castaño oscuro, iguales que los de su madre muerta. Larch, que era guardabosque en el predio ribereño de un noble de escasa categoría, en el reino sudoriental de Monmar, cabalgó sin descanso todo un día para regresar a su casa, y al llegar, dominado por los celos, arrebató al niño de los brazos de la nodriza.