Raquel, que está empezando a leer, cada noche antes de ir a dormir, pinta una vocal en la pizarra de su habitación, pero misteriosamente las letras desaparecen, alguien se las lleva. ¡No puede ser! ¿Qué pasa? Habrá que descubrir quién lo hace y por qué. 
Como si se tratara del cuaderno de un niño en papel de cuadrículas y con la frescura de sus dibujos que lo ilustran, este cuento va enseñando cada una de las vocales y sus trazos a los lectores que están empezando a leer. Con letra ligada y plantillas, la autora invita al pequeño lector a leer y escribir. Siguiendo este patrón se puede animar a los niños a que hagan su propio cuento.

Raquel, que está empezando a leer, cada noche antes de ir a dormir, pinta una vocal en la pizarra de su habitación, pero misteriosamente las letras desaparecen, alguien se las lleva. ¡No puede ser! ¿Qué pasa? Habrá que descubrir quién lo hace y por qué. 
Como si se tratara del cuaderno de un niño en papel de cuadrículas y con la frescura de sus dibujos que lo ilustran, este cuento va enseñando cada una de las vocales y sus trazos a los lectores que están empezando a leer. Con letra ligada y... Seguir leyendo