Posiblemente sea la estructura de una vivienda, trazada de forma sencilla y deliciosamente carente de armonía, uno de los primeros dibujos que realizan los pequeños, pues es su entorno inmediato. Para aquellos que ya tienen algún año más y están en disposición de asimilar conocimientos livianos y la mar de interesantes sobre arquitectura, elementos ornamentales y decoración, este ameno libro de Herem saciará su curiosidad y les permitirá enterarse de que en Londres hay un dificio al que sus habitantes denominan 'pepinillo', o que en las tradicionales casas japonesas el mobiliario se traslada continuamente de una habitación a otra, en función de la cambiante utilidad que se le da al espacio. Además, podrán divertirse recreando cosas tales como la vista de Manhattan desde el Empire State, iluminando una esquina solitaria con una farola o erigiendo una casa adecuada para monstruos de diverso pelaje. Ideas sugerentes para pasar un rato estupendo.

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