A través de un juego de zooms y planos cenitales, que recuerda el trabajo de grandes maestros del cine como Hitchcock o, más recientemente, Cary Fukunaga, nos adentramos en el fascinante viaje de Madlenka, una travesía por diferentes países que parte de un hecho cotidiano (el anuncio de la caída de un diente a sus vecinos). El relato posee varios niveles de lectura e incide especialmente en el valor de la amistad, en la gran variedad de paisajes, personalidades y culturas que el mundo atesora, y en la necesidad de una sana convivencia entre los pueblos. Desde el pequeño universo de la protagonista se abren ventanas a gentes variadas, costumbres y lenguas de esta casa común que compartimos, la Tierra. La historia, como el planeta, también es redonda y está esculpida con ilustraciones que muestran, con colores y trazos, el carácter singular de diferentes civilizaciones. Ekaré recupera una de las obras más emblemáticas del artista checo-estadounidense, galardonado con el Hans Christian Andersen Award en 2012.

A través de un juego de zooms y planos cenitales, que recuerda el trabajo de grandes maestros del cine como Hitchcock o, más recientemente, Cary Fukunaga, nos adentramos en el fascinante viaje de Madlenka, una travesía por diferentes países que parte de un hecho cotidiano (el anuncio de la caída de un diente a sus vecinos). El relato posee varios niveles de lectura e incide especialmente en el valor de la amistad, en la gran variedad de paisajes, personalidades y culturas que el mundo atesora, y en la necesidad de una sana convivencia entre... Seguir leyendo