Sin duda uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los jóvenes cuando deciden emanciparse hoy día es la difícil situación en la que se encuentra el mercado inmobiliario. Con humor irreverente y tramas pobladas de personajes caricaturescos, que parodian situaciones por las que todos hemos pasado alguna vez, Igor Fernández pone voz a las dudas, inquietudes, penurias y tristezas que deben afrontar aquellos valientes que decidieron (y pudieron) dar el paso. En un momento en el que los alquileres no paran de subir y la venta de pisos parece estancada, la mejor forma de pensar en el futuro es con el humor que caracteriza este cómic. Las tiras, compuestas de una sola viñeta y editadas en formato reducido, nos hablan de la eterna dicotomía entre alquilar o comprar (con las cosas “buenas” y “malas” que implican ambas decisiones); los tipos de pisos y apartamentos, las ventajas de compartir vivienda, los problemas de la hipoteca, un descacharrante y verídico estudio sobre el arte de hacer y deshacer cajas durante el traslado y, por supuesto, un capítulo final dedicado al estadio último al que en muchas ocasiones deben optar los que iniciaron el proceso: el regreso a la casa de los padres.

Sin duda uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los jóvenes cuando deciden emanciparse hoy día es la difícil situación en la que se encuentra el mercado inmobiliario. Con humor irreverente y tramas pobladas de personajes caricaturescos, que parodian situaciones por las que todos hemos pasado alguna vez, Igor Fernández pone voz a las dudas, inquietudes, penurias y tristezas que deben afrontar aquellos valientes que decidieron (y pudieron) dar el paso. En un momento en el que los alquileres no paran de subir y la... Seguir leyendo