Los más pequeños de la casa, cuyos sentimientos han sido damnificados en estos primeros compases de la epidemia mundial de coronavirus, han visto como, de un día para otro, no podían jugar con sus compañeros de clase, dejaban de asistir al colegio, después no podían salir de casa... Con el paso de las semanas llegaron las clases virtuales, un formato que nunca antes habían experimentado; al mismo tiempo han visto como cambiaba la vida de sus padres, algunos teletrabajando, otros permanentemente a su lado... Poco a poco una nueva realidad ha ido implantándose sobre cuyos cimientos regresan ahora rutinas fundamentales, entre ellas la vuelta al cole, con todas las inseguridades y temores que ello puede generar a los protagonistas tras tanto tiempo alejados de este entorno. La psicóloga Begoña Ibarrola escribió estos cuatro cuentos en el periodo más "duro" del confinamiento para ayudarles a gestionar sus emociones y sentir que no están solos y que son muchos otros niños y niñas de su edad los que sienten y viven las mismas sensaciones. A través de estos relatos, bien hilados y estructurados, tanto ellos como sus padres apreciarán aspectos de la vida cotidiana que se han intensificado desde comienzos del año 2020. Mis nuevos héroes expone las inquietudes de Lucas, preocupado por el trabajo de sus papás en un hospital; Amigos de balcón retoma el espíritu de aquellos días en los que salíamos a aplaudir a las ventanas, y las nuevas relaciones que surgieron con los vecinos; El llamador de hadas plantea la impotencia que siente un nieto por no poder ver a su abuela en la residencia. La obra se cierra con la vuelta al colegio contada desde el punto de vista de Sara y Víctor. La parte gráfica corre a cargo de Marisa Morea, una ilustradora que imprime un sello muy personal a sus creaciones y que ya ha exportado su trabajo a países como Estados Unidos, Australia, Reino Unido o Francia.

Los más pequeños de la casa, cuyos sentimientos han sido damnificados en estos primeros compases de la epidemia mundial de coronavirus, han visto como, de un día para otro, no podían jugar con sus compañeros de clase, dejaban de asistir al colegio, después no podían salir de casa... Con el paso de las semanas llegaron las clases virtuales, un formato que nunca antes habían experimentado; al mismo tiempo han visto como cambiaba la vida de sus padres, algunos teletrabajando, otros permanentemente a su... Seguir leyendo