Doña Hortensia tiene su día a día planificado, no hay espacio para la improvisación ni para perder el tiempo en otras opciones u opiniones y, sin embargo, aunque ella cree ser feliz, los lectores observamos cómo su escrupulosa organización ha convertido a la protagonista en una mujer solitaria, que se mueve en un entorno gris y hermético. Un fallo en el despertador trastoca, una mañana, la cronología de acontecimientos y provoca el descubrimiento de otras realidades, pensamientos, alimentos… La vida es hermosa mucho más allá de nuestro campo de acción segura. Pequeños homenajes a grandes pintores (Piet Mondrian), y toques de humor para certificar ese universo “cuadriculado” de gustos exquisitos, retratado con pintura acrílica y retoque digital, en un álbum que plantea la necesidad de abrir horizontes para crecer como personas.

Doña Hortensia tiene su día a día planificado, no hay espacio para la improvisación ni para perder el tiempo en otras opciones u opiniones y, sin embargo, aunque ella cree ser feliz, los lectores observamos cómo su escrupulosa organización ha convertido a la protagonista en una mujer solitaria, que se mueve en un entorno gris y hermético. Un fallo en el despertador trastoca, una mañana, la cronología de acontecimientos y provoca el descubrimiento de otras realidades, pensamientos,... Seguir leyendo