Alejandro Quecedo antes incluso de finalizar el bachillerato alcanzó gran notoriedad por su compromiso social, sobre todo a raíz de la (decepcionante) visita a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sus acciones, a partir de entonces, le han llevado a convertirse en un destacado representante español en las cumbres climáticas y a colaborar con UNESCO en diversos proyectos. A través de este ensayo, el joven comparte con un notable estilo narrativo, su frustración y las desilusiones que le han generado las distintas campañas en la lucha medioambiental y ecosocial que ha podido analizar, también aspectos mejorables de las iniciativas en las que ha podido participar, así como sus deseos y recomendaciones -avaladas por los grandes expertos- para el futuro más cercano, enumerados en un catálogo de compromisos imprescindibles que los integrantes de todas las generaciones deben asumir para garantizar un futuro sostenible. Partiendo de una certera radiografía de nuestras realidades locales, insta a los lectores a "sentir la naturaleza", identificar la conexión inherente que tenemos con el entorno que nos rodea, valorar su deterioro y nuestro nivel de responsabilidad al respecto. Con el foco especialmente puesto en la importancia que tiene la educación, no solo en el ámbito escolar, este joven burgalés se atreve a diseccionar la realidad desde distintas ópticas, criticando sin paliativos también la inacción de algunas de las grandes multinacionales, las políticas que se aplican en este campo por parte de los gobiernos de cada país o el inmovilismo de una parte de la juventud ante un problema de gran magnitud que precisa de acciones inminentes. Cada capítulo está precedido por una cita literaria y está prologado por la filósofa y ensayista Marina Garcés. Como complemento a todas las informaciones y afirmaciones que se vierten en el texto, el autor ha incluido una amplia bibliografía con hipervínculos a los artículos más interesantes que actualmente están disponibles online.

Alejandro Quecedo antes incluso de finalizar el bachillerato alcanzó gran notoriedad por su compromiso social, sobre todo a raíz de la (decepcionante) visita a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sus acciones, a partir de entonces, le han llevado a convertirse en un destacado representante español en las cumbres climáticas y a colaborar con UNESCO en diversos proyectos. A través de este ensayo, el joven comparte con un notable estilo narrativo, su frustración y las desilusiones que le han generado las distintas... Seguir leyendo