Al abrigo del abrazo de su madre, Alika ha cerrado los ojos e imagina en qué consistirá el regalo que ella le ha prometido al amanecer. En esos momentos de tránsito entre la realidad y el sueño, por la mente de la pequeña desfilan variadas escenas, recuerdos y deseos, anhelos –algunos imposibles de llevar a buen puerto-; sensaciones relacionadas con seres queridos que dejaron huella o gestos, como esas flores que llegaban cada veintinueve de abril, que no han vuelto a repetirse. Sin embargo, la niña falla en sus predicciones, el despertar traerá consigo la ilusión que mueve a tantos hombres y mujeres cada día, la promesa de un mundo mejor al que, casi siempre de forma involuntaria, se han visto obligados a vivir. Un bello y poético ejercicio literario del joven creador sevillano Paco Ortega, diseñado a través de la fusión de técnicas manuales y digitales con las que aboga, deliberadamente, por una economía de medios para alcanzar la máxima expresividad en pocos trazos y colores suaves.

Al abrigo del abrazo de su madre, Alika ha cerrado los ojos e imagina en qué consistirá el regalo que ella le ha prometido al amanecer. En esos momentos de tránsito entre la realidad y el sueño, por la mente de la pequeña desfilan variadas escenas, recuerdos y deseos, anhelos –algunos imposibles de llevar a buen puerto-; sensaciones relacionadas con seres queridos que dejaron huella o gestos, como esas flores que llegaban cada veintinueve de abril, que no han vuelto a repetirse. Sin embargo, la niña falla en... Seguir leyendo