En el mundo de los peces, como en el de los humanos, hay una edad en la que la pertenencia al grupo cobra especial valor. Sentirse arropado por otras personas y respetado por los lugares que pasas en un momento de crisis en la confianza reconforta y da seguridad... Sin embargo, según los componentes de la pandilla, las connotaciones de esa unión pueden ser diferentes. Si el colectivo genera temor y rechazo, evidentemente hay algo que falla en su adn. Bajo una aparente fábula sencilla protagonizada por diferentes animales marinos que juegan felices en su mundo submarino, Rocio Bonilla inserta una necesaria reflexión y crítica para que los niños comprendan, desde pequeños, el sentido de la verdadera amistad y la necesidad de atajar con valentía actitudes que son perniciosas para los demás (y para uno mismo) El título homenajea a una antigua película española, imitación de las propuestas de cine negro norteamericano protagonizadas por gánsteres (en el fondo, alguno de los integrantes del equipo aquí retratado adquiere rasgos arquetípicos) Las ilustraciones, en la línea de anteriores trabajos de la reconocida autora, capturan la vida en el fondo del mar y representan jóvenes peces humanizados, de expresiones caricaturescas, y las relaciones que se establecen entre ellos. 

En el mundo de los peces, como en el de los humanos, hay una edad en la que la pertenencia al grupo cobra especial valor. Sentirse arropado por otras personas y respetado por los lugares que pasas en un momento de crisis en la confianza reconforta y da seguridad... Sin embargo, según los componentes de la pandilla, las connotaciones de esa unión pueden ser diferentes. Si el colectivo genera temor y rechazo, evidentemente hay algo que falla en su adn. Bajo una aparente fábula sencilla protagonizada por diferentes animales marinos... Seguir leyendo