R. U. R. (Rossum's Universal Robots) fue una obra de teatro revolucionaria ya que introdujo el término “robot” por primera vez en la historia (un derivación de la palabra checa “robota”, que significa, curiosamente, “esclavo”). A pesar de que fue escrita y estrenada en los escenarios en la década de los años 20, hace un siglo, mantiene intacto su calado en el lector al plantear dilemas morales y éticos atemporales. Aunque guarda algunos paralelismos con otra de sus grandes obras, La guerra de las salamandras, de la que ya hablamos en su día en Canal Lector, esta versión en formato cómic posee múltiples detalles que permiten apreciar la narrativa del autor checo desde nuevos e interesantes puntos de vista, gracias a la excelente labor de Katerina Cupová, una joven autora –comparte nacionalidad con Capek- que ha despuntado tanto en el mundo del cómic como en el cine de animación. En ambos territorios su estilo bebe directamente de los clásicos (todo aquel que haya crecido en los ochenta – noventa recordará los dibujos animados que procedían de ese país y sus peculiares características estilísticas y narrativas) La señorita Glory, hija del presidente, acude a la fábrica para conocer de cerca esa factoría. Allí escucha la historia de la empresa, desde los inquietantes descubrimientos iniciales del “viejo Rossum”, que dieron lugar a la idea germinal, hasta su producción industrial actual de humanos artificiales orgánicos. El objetivo es sustituir a los trabajadores por seres a los que se eliminan todos aquellos aspectos que consideran inútiles para alcanzar la máxima producción (por ejemplo carecen de sentimientos o de deseo sexual) Son criaturas de apariencia humana y con capacidad para pensar, ante cuya situación la protagonista, aterrada, trata de ofrecer alternativas a su triste existencia presentándose como representante de la Liga de la Humanidad. Un relato que crea desasosiego y, al mismo tiempo, despierta la curiosidad por conocer más a fondo la obra de este célebre escritor.

R. U. R. (Rossum's Universal Robots) fue una obra de teatro revolucionaria ya que introdujo el término “robot” por primera vez en la historia (un derivación de la palabra checa “robota”, que significa, curiosamente, “esclavo”). A pesar de que fue escrita y estrenada en los escenarios en la década de los años 20, hace un siglo, mantiene intacto su calado en el lector al plantear dilemas morales y éticos atemporales. Aunque guarda algunos paralelismos con otra de sus grandes obras,... Seguir leyendo