La primera novela gráfica de la guionista y dibujante de fumetti Greta Xella bebe a partes iguales de conceptos cercanos al ideario de las películas de Studio Ghibli, el manga o de las temáticas híbridas habituales en determinadas corrientes de la literatura fantástica. A través de escenarios por momentos oníricos, la protagonista emprende un viaje iniciático en busca de un remedio para las crisis de su madre. El envoltorio "aventurero" esconde una entelequia que permite indagar en conceptos como la amistad, la soledad, la necesaria interacción con nuestros semejantes para superar problemas, o la búsqueda incesante de la propia identidad como vehiculo para comprender las reglas del universo. El proceso de maduración que vive la protagonista puede servir como incentivo para todos aquellos lectores que alguna vez puedan asomarse al abismo de la depresión, o como ayuda para afrontar los problemas psicológicos de variada índole con los que podemos toparnos a lo largo de la vida en nuestro entorno más cercano. La secuenciación alterna viñetas en pequeño formato con otras de grandes dimensiones, con escasa presencia de bocadillos y didascalias o cartuchos narrativos; y las ilustraciones están construidas a través de procedimientos digitales a partir de una paleta cromática basada en tonalidades pastel. Un cómic de hondo calado orientado a lectores preadolescentes.

La primera novela gráfica de la guionista y dibujante de fumetti Greta Xella bebe a partes iguales de conceptos cercanos al ideario de las películas de Studio Ghibli, el manga o de las temáticas híbridas habituales en determinadas corrientes de la literatura fantástica. A través de escenarios por momentos oníricos, la protagonista emprende un viaje iniciático en busca de un remedio para las crisis de su madre. El envoltorio "aventurero" esconde una entelequia que permite indagar en... Seguir leyendo