Un burro vivía al pie de un sauce llorón. Tan compenetrados estaban los dos que cuando uno lloraba el otro, por solidaridad, también lo hacía. Harto de tanta pena el pollino decidió salir a ver mundo para cambiar sus percepciones y aspiraciones. Un encuentro fortuito con la ratita despertó su admiración, pero pronto tuvo que asumir una nueva tristeza. Convencido de cambiar su destino, y aún impactado por ese lazo rojo que solo ella sabe lucir con tanto arte, el protagonista se disfrazará de otros animales para ver si consolida una relación ilusionante. En ese proceso de rechazo descubre que el roedor es, en realidad, víctima de un maleficio que puede revertirse... Y precisamente ahí radica el origen de la leyenda de este héroe sin par, un relato ingenioso que bebe de la tradición (encontramos claras alusiones a textos como La ratita presumida, La Bella Durmiente...); reinterpretado por Juan Arjona con nuevos elementos, mucha imaginación y humor a raudales, al ritmo que marcan las detallistas y siempre delicadas propuestas gráficas del genial artista radicado en Barcelona, Luciano Lozano.

Un burro vivía al pie de un sauce llorón. Tan compenetrados estaban los dos que cuando uno lloraba el otro, por solidaridad, también lo hacía. Harto de tanta pena el pollino decidió salir a ver mundo para cambiar sus percepciones y aspiraciones. Un encuentro fortuito con la ratita despertó su admiración, pero pronto tuvo que asumir una nueva tristeza. Convencido de cambiar su destino, y aún impactado por ese lazo rojo que solo ella sabe lucir con tanto arte, el protagonista se disfrazará de otros... Seguir leyendo