El amor nos ciega y muchas veces vemos a nuestros hijos “casi perfectos”, sentimientos que nublan parcialmente el juicio hasta que empezamos a ver el desastre diario que en ocasiones generan: desorden, comidas poco saludables sin control, anarquía en el control de los tiempos, enfados injustificados, afán por hablar de más… Los papás del protagonista, y otros familiares, describen algunas de esas situaciones para aceptar, finalmente, una realidad, la misma que el propio personaje principal comparte con los lectores al final de la obra y que es profundamente importante asumir en nuestras relaciones desde niños. Inaraja es fiel a su estilo divertido y naíf, tan sencillo como siempre seductor para aliñar una reflexión, planteada de forma inteligente, sin caer en adoctrinamientos gratuitos, que ayudará con humor a hijos y padres a comprenderse mucho mejor. Dejemos los complejos aparcados antes de comenzar la lectura del libro, es momento de ser sinceros y confesar, también nosotros, todos nuestros miles de defectos a los más pequeños de la casa al hilo del simpático planteamiento del autor, dramaturgo y narrador oral Juan Arjona.

El amor nos ciega y muchas veces vemos a nuestros hijos “casi perfectos”, sentimientos que nublan parcialmente el juicio hasta que empezamos a ver el desastre diario que en ocasiones generan: desorden, comidas poco saludables sin control, anarquía en el control de los tiempos, enfados injustificados, afán por hablar de más… Los papás del protagonista, y otros familiares, describen algunas de esas situaciones para aceptar, finalmente, una realidad, la misma que el propio personaje principal comparte con los... Seguir leyendo