La princesa y Curdie, de George MacDonald, se mezcla la fantasía y la realidad de manera efectiva, y donde las moralejas aparecen en cada párrafo subrayando las ideas de verdad, libertad o bien de un modo tan ilustrado como pedagógico. La princesa huérfana Irene y su padre se trasladan a la corte de Gwyntystorm, donde deberán sortear todo tipo de inconvenientes y librar una dura batalla final. La ayuda de Curdie será crucial, pero deberá emplear su don con sabiduría si pretende salvar el destino del reino. La princesa y Curdie, de George MacDonald, se mezcla la fantasía y la realidad de manera efectiva, y donde las moralejas aparecen en cada párrafo subrayando las ideas de verdad, libertad o bien de un modo tan ilustrado como pedagógico. La princesa huérfana Irene y su padre se trasladan a la corte de Gwyntystorm, donde deberán sortear todo tipo de inconvenientes y librar una dura batalla final. La ayuda de Curdie será crucial, pero deberá emplear su don con sabiduría si pretende salvar el destino del reino.

La princesa y Curdie

Curdie era el hijo de Peter el minero. Vivía con sus padres en una casita construida sobre una montaña y trabajaba en la mina con su padre.
Una montaña es una cosa extraña y espantosa. En los viejos tiempos, comoquiera que se desconocía esta extrañeza y espanto, la gente todavía tenía más miedo a las montañas. Pero no habían advertido que pueden ser bellas a la vez que espantosas, y las odiaban (y por ello también las temían). Ahora que hemos aprendidoa observarlas con admiración, a lo mejor no sentimos hacia ellas el respeto que se merecen. Para mí son hermosos terrores.