Este álbum ilustrado cuenta la historia de la bruja Brunilda y su gato. Tanto el texto como las ilustraciones, desenfadadas y dinámicas, están cargados de humor que harán sonreír a los pequeños lectores. Temas como la magia que realiza la bruja, y la amistad entre el gato y su ama, se dan cita en esta historia. Una bruja buena y muy despistada, logra vivir en armonía cuando decide cambiar el color de su casa, en lugar del de su gato, es entonces cuando los colores rodearán su vida y la harán más agradable. Este álbum ilustrado cuenta la historia de la bruja Brunilda y su gato. Tanto el texto como las ilustraciones, desenfadadas y dinámicas, están cargados de humor que harán sonreír a los pequeños lectores. Temas como la magia que realiza la bruja, y la amistad entre el gato y su ama, se dan cita en esta historia. Una bruja buena y muy despistada, logra vivir en armonía cuando decide cambiar el color de su casa, en lugar del de su gato, es entonces cuando los colores rodearán su vida y la harán más agradable.

La bruja Brunilda

La bruja Brunilda vivía en una casa negra, en el bosque. La casa era negra por fuera y por dentro. Las alfombras eran negras. Las sillas eran negras. La cama era negra, igual que las sábanas y las mantas. Incluso el cuarto de baño era negro.
Brunilda vivía en su casa negra con su gato, Bruno. También era negro. Y así comenzaron los problemas.
Cuando Bruno se sentaba en una silla con los ojos abiertos, Brunilda le veía. Aunque no le viese a él, sí veía sus ojos.
En cambio, cuando Bruno cerraba los ojos y se dormía, Brunilda no le veía. Y se sentaba encima...