Este álbum troquelado divierte a los más pequeños especialmente gracias a las figuras que se levantan al tirar de las solapas. La mofeta está molesta e indignada porque alguien en el bosque apesta. Por eso comienza una búsqueda por todos los escondrijos y va descubriendo animales diferentes que, uno tras otro, le van asegurando no ser los responsables del desagradable olor. Al final de su periplo, sus amigos tendrán que confesarle a la mofeta la verdad... que es ella misma la que huele fatal. Este álbum troquelado divierte a los más pequeños especialmente gracias a las figuras que se levantan al tirar de las solapas. La mofeta está molesta e indignada porque alguien en el bosque apesta. Por eso comienza una búsqueda por todos los escondrijos y va descubriendo animales diferentes que, uno tras otro, le van asegurando no ser los responsables del desagradable olor. Al final de su periplo, sus amigos tendrán que confesarle a la mofeta la verdad... que es ella misma la que huele fatal.

¿Eres tú, Mofeta?

Algo olía mal en el bosque. Desde su escondrijo, Mofeta olisqueó el aire y resopló.
¡Oh, puaff!... ¡qué mal huele!
Mofeta salió de su madriguera dispuesta a descubrir de dónde provenía ese olor.
Bajó al suelo deslizándose por las ramas de los abedules. En algún lugar de la maleza se escondía ese tufo que tan mal olía.
¿Sería... Alce? ¡Oh, qué peste!
–¿Eres tú, Alce, ese olor tan desagradable? –balbuceó Mofeta.
–¡Te has equivocado! ¡yo no apesto! ¿Cómo puedes decir esto? –refunfuñó Alce.