Entretenida historia de aventuras y fantasía (presentada como el único cuento infantil escrito por William Faulkner), que va ganando fuerza a medida que se avanza en su lectura, aunque la resolución final no sea muy sorprendente. Dulcie se acostó la noche de su cumpleaños con el pie izquierdo y le dio una vuelta a la almohada antes de dormirse. Ésta debió de ser la razón por la que el día de su cumpleaños estuvo lleno de sorprendentes aventuras, gracias a los mágicos personajes que la acompañan en la búsqueda del árbol de los deseos. Entretenida historia de aventuras y fantasía (presentada como el único cuento infantil escrito por William Faulkner), que va ganando fuerza a medida que se avanza en su lectura, aunque la resolución final no sea muy sorprendente. Dulcie se acostó la noche de su cumpleaños con el pie izquierdo y le dio una vuelta a la almohada antes de dormirse. Ésta debió de ser la razón por la que el día de su cumpleaños estuvo lleno de sorprendentes aventuras, gracias a los mágicos personajes que la acompañan en la búsqueda del árbol de los deseos.

El árbol de los deseos

Estaba aún dormida, pero sentía que se alzaba del sueño exactamente como un globo: como si fuera un pez de colores en una pecera de sueño, alzándose más y más a través de las tibias aguas del adormecimiento hasta la superficie. Y entonces se despertaría.
Pero una vez despierta no abrió enseguida los ojos, sino que se quedó muy quieta y calentita en la cama, y era como si aún hubiera otro globito en su interior, cada vez más grande y que también se alzaba y se alzaba.