Tras el buen sabor de boca que dejaron en el primer capítulo de las originales aventuras de Horb y Bouko y el resto de protagonistas, Henry y Giraud retoman el relato en el planeta Rok, nuevos e inhóspitos horizontes acogen a esta peculiar expedición, un lugar que algunos conocen bien de anteriores peripecias y cuyos recursos han sido esquilmados por los buzardos. Solo con la ayuda de valientes aliados locales podrán revertir una situación que parece condenada a la desgracia: no hay vuelta atrás, la rebelión comienza a fraguarse en todos los escenarios. Subyace la crítica que ya se esbozaba en la obertura, una llamada a la acción contra la degradación medioambiental y velados homenajes a diversas corrientes y estilos, tanto en el campo de la literatura fantástica como en el cómic o en el cine de animación. La obra culmina con un cliffhanger que confirma una extensión a trilogía o tetralogía. Toda la labor tanto del colorista como del responsable del diseño de personajes ha sido realizada mediante procedimientos digitales, destacando el empleo que realizan de planos y perspectivas en las escenas panorámicas, y una seductora utilización del color. Incluye mapas de este planeta (con más de 6.500 años de historia), y una serie de cartas, al más puro estilo warhammer, en las que se explican las propiedades de cada mineral presente en ese "nuevo mundo". ¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? 

Tras el buen sabor de boca que dejaron en el primer capítulo de las originales aventuras de Horb y Bouko y el resto de protagonistas, Henry y Giraud retoman el relato en el planeta Rok, nuevos e inhóspitos horizontes acogen a esta peculiar expedición, un lugar que algunos conocen bien de anteriores peripecias y cuyos recursos han sido esquilmados por los buzardos. Solo con la ayuda de valientes aliados locales podrán revertir una situación que... Seguir leyendo