Cuando alcanzan la mayoría de edad, los jóvenes que han crecido en pisos de acogida o residencias como consecuencia de circunstancias vitales adversas se ven abocados a un vacío "legal". Deben tomar decisiones complejas para las que, frecuentemente, aún no están preparados y precisan de ayuda psicológica y orientativa. Tal es el caso de Jan, el protagonista de esta historia reconocida con el Premio Avelino Hernández de Novela Juvenil, quien comparte en primera persona un relato amargo, expuesto en, por momentos, un tono desafiante consecuencia de largas decepciones y frustraciones. Poco a poco entendemos las razones que le llevan a ese permanente estado de defensa, perfectamente imaginables, y con la ayuda de algunos personajes clave, como la psicóloga Olivia, conseguirá comprender su lugar en el mundo y la necesidad de formar parte del resto de la sociedad para, como los estorninos, volar juntos hacia nuevos rumbos. La autora zamorana, afincada en León, utiliza el humor en las dosis justas para atenuar la crudeza, en algunas fases, de la trama, y retrata con fidelidad una situación que muchas veces no es muy conocida entre los adolescentes que han crecido en condiciones más amables.

Cuando alcanzan la mayoría de edad, los jóvenes que han crecido en pisos de acogida o residencias como consecuencia de circunstancias vitales adversas se ven abocados a un vacío "legal". Deben tomar decisiones complejas para las que, frecuentemente, aún no están preparados y precisan de ayuda psicológica y orientativa. Tal es el caso de Jan, el protagonista de esta historia reconocida con el Premio Avelino Hernández de Novela Juvenil, quien comparte en primera persona un relato... Seguir leyendo