Bernardo es un vecino muy popular en el pueblo, arregla zapatos (aunque nadie necesita acudir a su taller de reparaciones); y luce un llamativo y elegante bigote que le confiere una personalidad única. Una mañana lee en el periódico, entre otras tristes noticias, que el mostacho está en peligro de extinción dado el rechazo generalizado que la sociedad actual muestra hacia este pelo fuerte nacido en el labio superior, tan común entre los varones en otro tiempo. No se trata solo de una cuestión estética, es que a él y a otras personas le ha ayudado especialmente a lo largo de toda su vida. ¿Por qué ya no gusta? ¿Por qué "no se lleva"? Decidido a conocer las respuestas a sus inquietudes se lanza a la aventura, en bicicleta, recopilando información y peculiares vivencias. Una trama muy original, secuenciada a través de exquisitas acuarelas con aroma de cuento clásico, que sirve como carta de presentación de una nueva editorial de literatura infantil y juvenil, especializada en álbum, nacida en 2020. El texto, divertido y fresco, apela al tesón y al refuerzo de la personalidad para superar prejuicios y mantener un estilo propio por encima de tendencias y modas impuestas.

El señor Ponte está indignado con el restaurante al que ha acudido: ¡ha encontrado un pelo en su sopa! Ante la ausencia de explicaciones por parte de la camarera reclama, soberbio, la presencia de distintos integrantes de la cadena alimenticia para encontrar al poseedor del cabello moreno (¡puag!) que acaba de arruinar la sobremesa, y ¡amenaza con tirar el plato a la cabeza del culpable! Los “sospechosos” desfilan, uno a uno, frente al comensal y la tensión va en aumento para hilar una divertida reflexión en torno a las negligencias y la imperiosa necesidad que, a veces, algunos tienen de echar la culpa a los demás. El estilo de trazo limpio y sencillo, una atractiva evolución colorista del bosquejo inicial a lápiz con el que el autor suele dar los primeros pasos, trufado de personajes de corte caricaturesco y gestualidades exageradas, convierten el apartado gráfico en parte fundamental de esta historia acumulativa, ideal para leer y reír en la mejor compañía. Los dos autores, de larga trayectoria en el campo de la LIJ, ya habían colaborado con anterioridad en otro álbum, Cándido y los demás, que obtuvo el prestigioso Premio Internacional Compostela.

Leslie, asombrado por las bellezas que solían poblar las peluquerías británicas en la década de los sesenta, decide encaminar sus pasos profesionales a ese campo sin tener ninguna experiencia previa. Con un poco de suerte ingresa en la nómina de artistas que trabajan a las órdenes del famoso Vidal Sasoon, no por vocación, sino para tener la posibilidad de conocer el mayor número posible de chicas. Al mismo tiempo, cuatro melenudos irreverentes rompen con todo lo establecido y empiezan a despuntar desde las emisoras, casi siempre piratas, que sintonizan los jóvenes. Pronto ambos caminos van a cruzarse para que el protagonista de esta “autobiografía” deje de tener la necesidad de hacer malabarismos para conocer de cerca la personalidad y los secretos del grupo musical más famoso de todos los tiempos. Por las páginas de esta amena crónica, social y sentimental, siempre sincera y humilde, desfilan confesiones y pecados de juventud, mil y una anécdotas sobre los actores, actrices, músicos y famosos en general que pasaron por sus tijeras y sus manos. Siempre en un tono respetuoso, constituye un privilegiado y genial análisis de aquellos años y, particularmente, de uno de los mejores compositores y cantantes de la historia, aún en activo: Paul McCartney, con quien trabó cierta amistad. La obra viene acompañada de una amplia colección de fotografías, extraídas del archivo personal del autor, que certifica las múltiples y nostálgicas historias que contiene cada capítulo. ¡Imprescindible para melómanos!

Leonel ha sido invitado a una fiesta y necesita acicalarse. Sobre todo porque recién levantado nuestro protagonista luce un frondoso y desaliñado pelo, como es lógico en el melenudo rey de la jungla, con demasiados enredos y crespas. Para ello visita a jirafa, la mejor peluquera del mundo animal. Poco a poco su catálogo de divertidas propuestas va provocando la sonrisa en el lector al mismo tiempo que permanece inerte la sorpresa del felino. Aderezado por una serie de explicaciones en tono humorístico, mediante bocadillos que expresan los pensamientos y sensaciones de otros personajes en un segundo plano, la propuesta culmina con una invitación a cambiar nuestro look y la enumeración de los pasos esenciales para realizar algunas manualidades, como la creación de una melena postiza a partir de una simple hoja de papel.

Mucho antes de que Tim Burton esbozara a su chico Ostra o diseñase a Eduardo Manostijeras. Antes de que existiese Max y su ojo submarino o Cole Sear, en el Sexto Sentido, la semilla estaba plantada en la literatura alemana. Los niños germanos ya conocían a Pedro Melenas y la surrealista pandilla de pequeños extraños e irreverentes que componen la antología, niños castigados por una mala conducta, jovencitos endiablados cuyas acciones tienen consecuencias funestas. Concebido originalmente por el doctor Hoffmann como una propuesta para enseñar determinados conceptos a sus hijos a través de historias siniestras y moralizantes, el especialista en LIJ Gustavo Puerta prologa una recomendable edición de la primera versión de este clásico, ampliada con el fascinante e imaginativo trabajo de una nómina de artistas gráficos, (de Odriozola hasta Urberuaga pasando por Barrenetxea); que actualizan y pasan por su personal filtro al personaje, a la vez que idean nuevas historias, políticamente incorrectas, para regocijo de los lectores jóvenes, adultos y ¿niños?

De entre todos los superpoderes que un niño quisiera tener, Ulises se queda con el de la invisibilidad, el que nadie te pueda ver es lo mejor que te puede pasar; sin embargo, una mañana, Ulises despierta con algo muy notorio en su rostro que lo hace muy popular y visible en su escuela; pronto se da cuenta que la invisibilidad quizá no sea tan divertida como él creía, ¿o quizá sí? Novela breve que trata sobre la dificultad que tienen algunos chicos para aceptarse y la importancia de la amistad, así como sobre los retos a los que tienen que enfrentarse

Una historia de soledad y amor escrita de forma poética. Un escritor solitario decide dejarse crecer el bigote y darle una forma de pájaro. Escribe y lee en voz alta, y las palabras se van enredando entre los pelos del bigote. Una noche sueña que su bigote es un pájaro y se marcha por la ventana. Suelta y suelta palabras por toda la ciudad y acaba posándose en la boca de una mujer con un olor especial. Al día siguiente, el escritor percibirá en la calle ese olor en una mujer. Se reconocen y comienzan una vida juntos. Claudia Degliuomini, la ilustradora, ha creado unas imágenes muy sugerentes donde a veces el dibujo sugiere las formas e invita al lector imaginar ese mundo. El final nos sorpende con una guía de campo por si vemos pájaros bigotes.  Un álbum donde el texto y la ilustración van de la mano, se complementan y se sugieren mutuamente. 

Original ingenio narrativo de exquisita composición. Una novela gráfica que conduce al lector hacia un mundo absurdo, pero no tan lejano de la realidad, en donde se permite dudar de todo. Concebido en blanco y negro, combina diferentes tipos de planos y viñetas para contar la historia de Dave, un trabajador aficionado al dibujo al que repentinamente empieza a crecerle la barba de forma desorbitada, a la vez que está atrapado en una canción de Bangles. Invita a una reflexión sobre los temores que afectan a la sociedad que nos rodea y el poder de los medios de comunicación. 

El inexorable crecimiento aparece abordado en este álbum desde la jocosa perspectiva del humor absurdo haciendo realidad el deseo universal de ser mayor al instante para poder acceder a lo prohibido del mundo de los adultos. El breve y sugerente texto da pie a unas ilustraciones que adquieren protagonismo al jugar con primeros planos que aportan dinamismo y centran la atención en los detalles arrancando una sonrisa agridulce. El final abierto y un punto inquietante da para imaginar y debatir.

Lucía es un niña muy especial: tiene el pelo largo, larguísimo, y cuando se enoja se esconde tras él. Esta práctica, sin embargo, tiene un riesgo secreto, y Lucía sólo se enterará de éste una vez que se convierta en realidad -es decir, una vez que ella acabe perdiéndose para siempre en su pelo. Pero, ¿será para siempre? Quién sabe. Quizá allá adentro encuentre a alguien o algo que pueda ayudarla a salir –y de paso encontrar otras cosas, ¡pues a Lucía siempre todo se le pierde!

Érase una vez un chico con una hermosa cabellera, que poco a poco va perdiendo hasta quedarse calvo. A partir de ese día, los diferentes remedios que prueba resultan fallidos: si usa una peluca, aparece un barbero que la recorta; la sustituye por un trozo de césped y un futbolista se le sube a la cabeza; al adornase con serpentinas, acude una pareja de bailadores... Una sucesión de ideas disparatadas que el joven pone a prueba ante la perplejidad de su mascota, servida en un album de original formato.

La señora Bruna es consciente de su gran problema. La calvicie ya no es incipiente y hay que solucionar el tema como sea, por ejemplo probando toda clase de productos. Uno de ellos hace efecto pero, cuando cree que todo ha terminado, sus pelos cobran vida propia y no hacen otra cosa que complicar la suya. Narrado en tercera persona por un narrador omnisciente, el autor consigue un ritmo fluido gracias a la utilización de frases cortas y diversos recursos expresivos. Las ilustraciones, además de complementar el texto, aportan un toque irónico y muy humorístico que convierten la trama en una aventura absurda a la par que deliciosa.

Huyendo del clásico modelo de libro documental (información parcelada en capítulos separados y textos muy repartidos), se propone un concepto distinto que necesita una lectura continuada. La narración es lineal, organizada cronológicamente y rigurosa, aunque amenizada por el estilo del autor. Un interesante repaso al complejo tema de la belleza, la sensibilidad estética y el gusto, desde los inicios de la civilización hasta el siglo XX. Una oportunidad de aprender a valorar los diversos patrones estéticos que han conformado el canon de belleza a lo largo del tiempo.