Unos cambios en casa provocan el descubrimiento, por parte de la protagonista, del pasado del tatarabuelo. Aquel hombre, de rasgos físicos tan semejantes a la niña, fue aviador. Intrigada por sondear más datos sobre su vida, el padre consigue una cita con una de las últimas personas que le conocieron, don Beltrán. Contribuye su testimonio a forjar una ilusión, un deseo que parece imposible pero que, con tesón y esfuerzo la joven conseguirá convertir en realidad. Broseta recupera y actualiza la vieja técnica de intercalar fragmentos novelados con otros en formato cómic, gracias a las ilustraciones de César Barceló que convierte en arte secuencial, de notable factura, parte del argumento central. A través del relato, construido junto a la castellonense Patricia Campos, expiloto del ejército español y primera mujer de la Armada en pilotar un reactor, conocemos los prejuicios y barreras que las mujeres aún se ven obligadas a superar para alcanzar sus sueños, testimonio que puede refrendar la propia Campos, además de variados apuntes sobre la historia y evolución de la aviación o incluso sobre la guerra civil española o la sinrazón de cualquier conflicto bélico que se esbozan en el relato. Todas las barreras caen a medida que fluye la historia, que posee varias aristas, gracias a un relato ameno y divertido que culmina con el primer trayecto en solitario de la protagonista, surcando libre los cielos como antes lo hicieron tantos hombres y mujeres en las décadas anteriores. La novela es un acicate extraordinario para que todos los jóvenes lectores no abandonen nunca sus objetivos, sueños y pasiones. 

Otras obras de Teresa Broseta, como autora y como traductora, en CL

Tal vez todo comenzó con algún agudo observador que, fijándose en las sámaras de arce, en los pepinos de Java o en los mocundos de Cartagena, no bromeamos, soñó con volar o con aterrizar suavemente tras realizar un salto desde gran altura. Quizá aquel o aquella soñadora miraron con admiración el planeo de un lémur o el aleteo incesante de los murciélagos o las libélulas. Lo cierto es que no está claro el origen de la primera aventura voladora del género humano, pero este medio de locomoción transformó definitivamente nuestro mundo, convirtiéndose en elemento fundamental para los viajes, las contiendas bélicas o el rescate en situaciones críticas. Esta fascinante antología, editada en gran formato y con el notable atractivo visual inherente a las ilustraciones del artista polaco Ambrozewski, que bebe del lenguaje del cómic y de los colores intensos para diseñar sus precisos modelos, aparatos y secuencias históricas; recorre la historia de la aviación desde las primeras fantasías del griego Arquitas o las imaginarias travesías en escoba, sobre las plumas de un pájaro o en cómodas y veloces alfombras (presentes en narraciones como Las mil y una noches o en la mitología asociada a variadas culturas); hasta los más innovadores modelos experimentales y drones de última generación. Hazañas increíbles, grandes pilotos, mujeres que destacaron en un mundo de hombres, cronologías, infografías, pasajes humorísticos que representan con fidelidad lo que ocurrió en algunos instantes del siglo XX o la importancia de otros vehículos aerotransportados en determinadas épocas, como el globo aerostático, el dirigible o el helicóptero, componen este libro informativo imprescindible sobre un tema que, generación tras generación, siempre despierta interés entre los lectores infantiles (aunque esta propuesta es para cualquier edad). La editorial ofrece un calendario exclusivo para volar muy alto durante 2024, en él se han incluido algunas de las efemérides a las que se hacen referencia en la obra. La propuesta ha estado asesorada por un equipo de especialistas que avalan los minuciosos contenidos, premiados con la inclusión de la obra en la lista White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek de Munich.

Libros, canciones de Bon Jovi, gente andando de uno a otro lugar, conversaciones, ilusiones por el viaje que comienza... La terminal es un hervidero y cada cual hace aquello que más le ayuda a pasar el tiempo de espera hasta embarcar rumbo a Nueva York. Los protagonistas tienen ante sí unos días aparentemente envidiables, ¿quién, a su edad, no estaría emocionado ante la perspectiva de un viaje al otro lado del océano? Pero, ¿y si todo ha sido una estafa? ¿Y si hay un peligro acechante y nadie se ha dado cuenta? La presencia de un misterioso objeto abandonado sirve como mecha para encender una trama de misterio, bien urdida, que sondea en las mentes de los jóvenes personajes para desvelar, finalmente, una sorprendente confesión. Giros argumentales, tensión en las dosis adecuadas...; este pequeño relato tiene todos los ingredientes necesarios para disfrutar de un buen rato de lectura evasiva. 

Podríamos inscribir esta obra en el marco del denominado movimiento Slow, corriente cultural que promulga un modo de vida más calmado. De hecho Carl Honoré, periodista escocés-canadiense responsable de la selección y textos, es uno de sus paladines. Los viajes, cuanto más sosegados, mejor permiten apreciar los detalles o la idiosincrasia de la población de aquellos lugares por los que deambulamos. A través de cuatro modalidades de transporte (bicicleta, tren, barco y a pie); se abren rutas más que recomendables para combinar turismo sostenible y respetuoso con ejercicio saludable para nuestro cuerpo y mente. Todos los viajes están distribuidos por los diferentes continentes. Para los más andarines senderos naturales incomparables como el Parque Nacional Volcán Tenorio (Costa Rica) o el bosque de Nyungwe (Ruanda); recorridos llenos de historia, como la Ciudad Rosa de Petra (Jordania) o la Vía Apia en Italia; o caminos que aunan religión, arte y cultura, como el de Santiago. Si lo tuyo es dar pedales los escenarios no son menos espectaculares: la carretera que une China y Pakistán, la Ruta EuroVelo10 en torno al mar Báltico, la Ruta de la Seda o los altibajos del Alpe D´Huez (al estilo de los grandes escaladores del Tour de Francia); otros momentos solo son disfrutables al cien por cien a bordo de un barco (un amanecer en el río Chobe entre Botsuana y Namibia, un recorrido por las islas griegas, dejarse mecer por las aguas del río Nilo, saborear el espectáculo natural de los fiordos o navegar por los canales de Ámsterdam, en el vapor del Misisipi o perdidos en el Parque Nacional de Komodo (¿existirán realmente los dragones?); y, por supuesto, el romanticismo que siempre desprenden las excursiones en tren, sobre todo si son por la India, los Highlanders o en un vagón del famosísimo Orient Express. Cada capitulo viene precedido por una serie de pequeños mapas, a modo de croquis orientativo. Toda la información aparece distribuida en pequeñas dosis, en torno a ilustraciones sugerentes y de gran plasticidad aderezadas mediante procemientos digitales, y en cada caso asociadas a una tonalidad diferente que baña y ayuda a identificar ese recorrido concreto (Kevin y Kristen Howdeshell, la pareja de artistas que se han encargado de la parte gráfica son los creadores del proyecto The Brave Union Studio) Una guía de viajes alternativa y fundamental para soñar y ¡ahorrar! ¿Cuándo empezamos con el primero? 

En el Spider Airport ya está todo preparado para el embarque de los pasajeros con destino a las Islas del Sur, la compañía Golondrinas tiene cuatro aves “en marcha” para transportar a los turistas (insectos y anfibios, algunos experimentados, otros en su primera travesía aérea). El viaje ofrece todas las garantías de seguridad y numerosas comodidades (precaución con los cuervos, restricciones a los animales pesados, rigurosos controles de acceso…); y garantiza un vuelo plácido y divertido que incluye un kit de cortesía y un apetitoso menú. A través de una divertidísima versión animal, los niños/as pueden intuir (o revivir) como es un viaje en avión con la particularidad de descubrir que en este caso las aeronaves son golondrinas que aprovechan la migración para ofrecer un sostenible y exclusivo medio de transporte a otras especies. La obra está llena de ingeniosos detalles y propone un juego de ilustraciones que retratan las distintas partes de los aeropuertos o las escenas cotidianas en cualquier travesía aérea.

Una mujer, que se dirige a pronunciar una conferencia a Bogotá, coincide en el vuelo con un niño que ocupa el asiento contiguo. Aunque al principio muestra sus reticencias ante la posibilidad de que el trayecto se convierta en un pesado trance, ambos personajes conectan a la perfección compartiendo sus miedos, esperanzas y sentimientos. ¡Y es que las turbulencias unen mucho! La fascinación por los aviones del niño, las reflexiones certeras de la protagonista (alter ego de la autora del libro), los temas propios de la vida adulta que se analizan de forma sencilla… Una larga conversación, ilustrada con pequeños bocetos en grafito de imágenes realistas que describen algunas de las escenas, que abre los ojos de muchos lectores preadolescentes al mismo tiempo que puede ayudar a afrontar determinados temas a padres y madres.

Tras su primer libro de memorias, Boy, Roald Dahl publicó una segunda entrega autobiográfica centrada en sus vivencias de juventud en el África colonial y como piloto durante la II Guerra Mundial. En esta fascinante selección de sucesos vitales, Dahl combina, con una gran maestría narrativa, hechos extraños, cotidianos y divertidos con episodios realmente dramáticos del conflicto bélico. Una reedición de gran calidad para conmemorar el centenario de su nacimiento.

Conmovedora novela de crecimiento, de búsqueda del sentido del dolor y de la propia existencia, de amistad entregada, de amor adolescente, de aprendizaje y descubrimiento de los propios sentimientos, debilidades y certezas. Un relato que viene a recordarle al lector –sin paternalismos ni mensajes explícitos– que la juventud no es sólo rebeldía, juerga desenfrenada y falta de ideales sólidos. También puede ser signo de compromiso, de solidaridad, de pasiones compartidas. Con una calidad literaria fina y sólida y un gran conocimiento de la juventud y del entorno escolar, Ayllón construye una vez más una historia excelente para recordar y compartir.

Fernando Marías obtuvo el II Premio de Anaya de Literatura Infantil y Juvenil con una novela estructurada en un doble plano. Ambas historias están narradas en primera persona y desarrollan todo un entramado de personajes y sucesos de manera concéntrica. Sólo al final el lector puede entender y cerrar este círculo, tras permanecer atrapado en un clima de tensión y gran interés a lo largo de todo el libro. Una obra apasionante, muy bien escrita y magníficamente construida en el que se esbozan temas como el amor platónico, el desastre que supone toda guerra o valores como la lealtad. Gracias a su adictiva trama, será fácil que los adolescentes conozcan y entiendan mejor importantes pasajes de la historia de España.

«Todos somos necesarios»: tal es la moraleja que se desprende de esta fábula sobre la amistad, la integración y la necesidad de ayudarse unos a otros. Las ilustraciones, cómicas, de trazos rápidos y vigorosos, aportan movimiento a la acción y expresividad a los personajes. Dentro de esta apuesta estética cabe destacar la peculiar secuencia de algunas de sus páginas, un atractivo especial acorde con el tono de humor que se desprende de la obra.