¿Sueles ir con prisas o te gusta tomarte la vida con calma? ¿Eres puntual o reconoces que, con frecuencia, no llegas a tiempo a tus citas? En todos los casos estarás de acuerdo en una afirmación: el tiempo es oro. Si has nacido en Gombronia, llevas esta idea acuñada en tu corazón. Si no es así tal vez sea el momento de conocer a Mara y Manuel, dos intrépidos aventureros que se ven obligados a sondear los entresijos del reloj de la plaza, tras ingerir una píldora reductora. Ellos nos ofrecen una inolvidable enseñanza: para ganar el tiempo, primero hay que saber perderlo. La amistad de la pareja de niños y su divertida travesía está aliñada con coloristas ilustraciones y numerosos detalles gráficos, en varios tonos, que se intercalan en la narración.

Ocho historias de aventuras con un ingrediente común: el humor. Un libro que desde el principio nos atrapa por su imaginación a raudales tanto por parte del autor como por la del ilustrador que de nuevo han logrado construir una historia buena, muy original y disparatada. Cada relato viene precedido de una pequeña reseña sobre un animal extinguido (pueden parecernos inventados pero existieron de verdad). Al principio, nos parece que cada historia es independiente pero llega un momento que confluyen todas y percibimos el sentido del libro y, por supuesto, entendemos el título. Por las páginas desfilan un montón de personajes, casi todos estrafalarios como la niña inventora, Minerva; el lord inglés, Aimer de Murk; los espías que fueron a Val de V, el señor Bisiesto... y junto a ellos artilugios disparatados, inventos imposibles que funcionan. Recomendable desde los 11 años en adelante.

Un magnífico y sugerente álbum con una historia sencilla y atractiva. Desde las primeras páginas la autora nos invita a viajar en un autobús y acompañar a Clara en su travesía. La niña viaja por primera vez sola y el trayecto se convierte en un auténtica aventura (al menos en su imaginación). El texto, corto y brillante, está ayudado por una colección de ilustraciones que narran paralelamente la historia. Debemos estar atentos a todos los detalles y personajes que van subiendo y bajando en el transporte. El periódico que va leyendo uno de los viajeros nos anuncia en titulares lo que va ocurrir. Marianne Dubuc consigue reinventar la historia de la mítica Caperucita acorde a los nuevos tiempos con un relato redondo y sorprendente que gustará leer y ver más de una vez a los pequeños.

El ratoncito protagonista de este cuento tendrá que ir a casa de su abuelita atravesando el bosque de noche. Lleva una cestita llena de cosas muy ricas. Un libro que nos sorprenderá desde la cubierta hasta el final. Lo que la noche nos hace ver, si observamos un poco bien, es que no todo lo que vemos es lo que parece. El lector podrá mover lengüetas y abrir solapas para encontrar lo que hay detrás que asusta al animalillo y hasta puede que a nosotros también. ¡Para descubrir una nueva versión de Caperucita!

Desesperado por la incapacidad de atrapar a la gallina, Fenn se ve sorprendido por un extraño objeto verde al que intenta extraer todas sus posibilidades. No sirve para jugar, tampoco como mascota ni se le puede sacar zumo, ¿qué clase de pasatiempo puede ofrecer? El divertido binomio que forman el pequeño zorro y su nueva compañera permite al lector más atrevido sumergirse en las virtudes del cómic sin palabras con una permanente sonrisa en los labios, gracias a una colorida y muy original propuesta que introduce los conceptos básicos de la narración secuencial.

El pequeño Guille lleva poco tiempo en el colegio pero el suficiente como para que las profesoras sepan que es un caso especial: sus padres se acaban de separar, únicamente se relaciona con Nazia, una niña paquistaní a la que su familia quiere casar con un señor mayor; tiene una sensibilidad diferente, es muy inteligente y, ante todo, ¡está obsesionado con convertirse en Mary Poppins! La orientadora del cole descubre, a través de una serie de sesiones, el terrible secreto que esconden sus dibujos y la cartera marrón que guarda en la caja del tesoro. Narrado desde el punto de vista de dos profesoras, el padre y el protagonista del relato, la trama es adictiva y progresa in crescendo hasta desembocar en un sorprendente desenlace que no dejará indiferente al lector.

Toda la generación de lectores que crecieron montados en la escoba de Harry Potter, e incluso la que descubrió con anterioridad las Historias de Terramar, deben conocer también las aventuras de Eric (Gato) y Gwendolen, considerado otro de los puntales básicos de la novela fantástica para niños y jóvenes del siglo XX. Un clásico moderno, firmado por una autora que ideó otros títulos inolvidables, posteriormente popularizados por el Studio Ghibli, y que narra las aventuras de dos huérfanos que conviven con una bruja muy peculiar hasta que son obligados a viajar a Bowbridge, lugar de residencia del nuevo tutor, el enigmático Chrestomanci. Allí se desarrolla una trama llena de aventura, humor, mucha magia y todo tipo de conflictos, unos surgidos entre los hermanos protagonistas, y otros a partir de un complot entre hechiceros. Una saga fundamental recuperada para disfrute de las nuevas generaciones de amantes del género.   

Descacharrante vuelta de tuerca a la literatura en torno a los paraísos a la inversa: Péstor, el lugar a donde son teletransportados los protagonistas de este ameno relato, unos gemelos que huyen del jabón como de la peste bubónica, es el edén particular de otro refractario a la asepsia, el inventor Lacoste, quien, harto de una vida de limpieza impuesta, ha empleado su talento en crear un espacio donde todo germen tiene su asiento. Allí, los niños parecen felices, lejos de las pulcras (¡demasiado pulcras!) normas de convivencia que les son impuestas por sus mayores, y pueden jugar con sus iguales sin preocuparse de manchas ni churretes. ¿Por qué habrían de querer regresar a la Tierra? Bueno, tal vez haya alguna buena razón, habrá que acompañarles durante sus extravagantes desventuras para saberlo. Distopía "olfativa" de altura para disfrute de espíritus "cochinones".

El flamante Premio Angular 2015 reivindica el talento y la imaginación desbordante de la autora, ya evidente en su anterior novela.  Un microcosmos marino, surgido tras la debacle natural que sumergió a toda la costa, sirve como marco para una curiosa historia de supervivencia protagonizada por una comunidad, ajena a los “terrestres”, que continua su vida en los tejados de las casas para superar la desolación. Allí permanece, once años después de la catástrofe, el joven Roberto Vega, cazador de tesoros y anfitrión de un bello monólogo que introduce al lector en el particular mapamundi, configurado en cien pequeños capítulos que confluyen en un sencillo esquema final, por el que deambulan amigos, recuerdos, idilios y todo tipo de entrañables personajes. Narrativa de gran sensibilidad envuelta en una edición, elegante y troquelada, a la altura de la belleza de sus pasajes.

Un nuevo viaje con Pinto, en esta ocasión, a Barcelona. Pocas palabras y sí mucha observación por parte del lector. Disfrutará de la visión tan peculiar del pintor que se pasea por multitud de rincones de la ciudad catalana. Igual que en otros álbumes, el artista ha buscado un motivo central que esté presente en todas las páginas, y son las gaviotas junto con su bicicleta y su cuaderno de apuntes. El  autor no nos lo dice explícitamente pero intuimos tranquilidad, un dejarse llevar/estar, disfrutar de lo que ofrece la ciudad: el mar, las calles, sus edificios, los parqués, el modernismo... La gente desaparece: es una aventura personal.

Un jinete y su caballo son los campeones mundiales de salto de obstáculos, hasta que un día este tropieza en varios y cae. ¿Qué le ocurre? Sabrán lo que le pasa después de verle muchos médicos.
Imagen y palabra unidas, pero no para decir lo mismo. Humor irónico, fino. Autor e ilustradora han conseguido un libro divertido, lleno de detalles que estimulan la observación y la lectura.  Ya desde el principio nos asombra la descripción del jinete y su caballo (así como sus nombres). A medida que nos metemos en la historia, sonreiremos con las posibles enfermedades del animal y los remedios...pero nos sorprenderá sobre todo el final al ver que la solución estaba "a la vista".

Una fábula divertida sobre el poder y lo que se puede hacer con él. Felicio es una oveja que se encuentra pastando como el resto del rebaño en un prado, un viento arrastra una corona hasta su cabeza y de esta forma esta oveja se siente coronada como rey.  Y puestos a imaginar desea un trono lujoso y una cama real, cazar, además de decidir quién puede o no vivir en su corte... pero igual que la fábula empieza con un viento, esta acaba con otro que sopla y de la cabeza de Felicio cae la corona y ¡vuelve a ser una oveja! El final, sin palabras, nos sorprenderá pues ¡otro animal es coronado! Sin moraleja explícita pero sí fácil de adivinar. Texto corto, sencillo, con ilustraciones llenas de humor y detalles que deleitarán a los lectores.

Una historia original sobre la relación de una niña con su abuela, una mujer rusa, que emigró a Nueva York. El relato es narrado por la nieta y transmite el gran afecto que sentía por su abuela y la relación tan especial que había entre ellas. Recuerda momentos especiales y cotidianos, como cuando enfermaba y la dejaba que se acostara en su cama o abriera su gaveta, los paseos, las meriendas, su "ley de la vida" y, sobre todo, su afición al póker, juego que enseñó a la niña. También nos relata la tristeza de la pérdida y cómo se enfrentó a ella. Dayal Kaur Khalsa, autora e ilustradora, ha sabido dar un tono alegre tanto en el texto como en las ilustraciones de colores muy vivos.

El decidido tono hagiográfico de esta biografía sobre la heroína que luchó, durante la denominada Guerra de los Cien Años, contra la ocupación inglesa de vastas regiones de Francia y que fue canonizada por la Iglesia Católica cinco siglos más tarde, no resta un ápice de encanto a un magnífica propuesta estética, pues el desarrollo de este álbum ilustrado revela un prodigioso conocimiento de valiosos elementos que entran en juego en la concepción de este tipo de obras: el eco de grandes artistas del pasado, el empleo de técnicas que reducen el impacto negativo del proceso de edición, el interés por relatar la verdad histórica presente más allá del cariz mesiánico y nacionalista inseparable de la peripecia del personaje, la necesaria labor de documentación con vistas a reproducir los usos y costumbres de la Alta Edad Media en el Valle del Loira, son los principales aciertos de este interesante trabajo, editado por primera vez en 1896 y felizmente recuperado por la editorial Thule.

El mejor fútbol de la historia es el que escuchaban los tripulantes de La bicicleta de Colón, un barco en medio del mar. Lucas, narraba los partidos a partir de las 9 de la noche. Todos estaban impacientes durante el día por oírlo, había incluso apuestas de quién ganaría el partido. Seguimos la historia de Lucas y sus narraciones en este álbum con gran interés para descubrir casi al final del libro quién es Lucas y cómo cuenta y hace vivir a sus oyentes las competiciones. Perfecta sincronía entre el autor y la ilustradora, al lograr que texto e imagen, muy bien secuenciados, creen un ambiente de expectación para el lector.

El papá elefante ha hecho un largo viaje para conseguir agua para sus críos, ahora debe volver a casa con 100 gotas de agua en un cubo. El camino de vuelta es largo y accidentado, pero no se desalienta. Se encontrará a algunos animales que beberán del cubo, también apagará un fuego, tropezará, se caerá y hasta tendrá miedo por la noche. Le queda poco para llegar pero se ha quedado sin agua, llora y... ¡llega la esperada lluvia! Sus niños podrán beber. Un álbum visual en el que el lector tendrá que ver y descubrir la historia que está llena de detalles. Ilustraciones realizadas con pixeles, a excepción del elefante y la bicicleta, donde predominan los tonos grises y negros menos alguna nota de color, por ejemplo, el azul de las gotas de agua o el amarillo de los cactus. Una historia muy bien "narrada y secuenciada", llena de ternura y humor, ¡ah! y con animales escondidos para descubrir.

Un libro informativo no habitual para acercar el mundo animal al niño y hacérselo ameno aunque no exento de rigor científico. Gustará al lector porque ofrece junto a la información física y ambiental de cada animal, habilidades y curiosidades. Nos enteramos, por ejemplo, que el oso polar nada muy bien, que al tunqui es muy difícil de ver, que el flamenco cuando nace es blanco... Han conseguido Agra y Hanisch que disfrutemos de la publicación gracias al texto muy ameno y las ilustraciones muy vivas de color.

El sol, protagonista de innumerables historias, vuelve a ser el eje central sobre el que gira este álbum. ¡Pero no lo sabremos hasta el final! Un texto repetitivo, protagonizado a cada doble página por un animal diferente, irá llevando al lector a descubrir "de dónde viene ese calorcito". Así se va encadenando esta narración que interpela al lector constantemente y lo hace partícipe de ella. La originalidad la aporta un troquel que permitirá introducir la mano o los dedos, para dar vida a cada uno de los animales que van apareciendo: gusano, caracol, cacatúa, puercoespín, burro, y el sol.

El mundo infantil de los niños, con su lenguaje, sus imágenes, sentimientos, el descubrimiento de la hermana "diferente", la relación con esta y ver/comprobar que no es igual que los demás. Manuelita tiene el síndrome de Down, es la hermana mayor de Pussy. Es una niña alegre, traviesa, tiene su propio mundo que hace partícipe a los que la tratan. Pussy va creciendo y empieza a sentir vergüenza, dolor por tener una hermana distinta. Un diálogo entre la madre y Pussy en la cocina, mientras preparan una tarta, hará que nos enteremos de cómo ha sido la vida de Manuelita hasta ese día que cumple 10 años. La autora con un lenguaje rico y metáforas cercanas al lector como 47 trocitos, niños cuervos, atrasa como un reloj, tener un sapo en la barriga...logra transmitir muchos sentimientos que van desde la alegría con las "cosas de la niña", el dolor en el día del nacimiento, la preocupación y el ambiente familiar que rodea a estos niños. Muy logradas y sugerentes las ilustraciones de Guridi. Un relato que engancha y entusiasma.

A veces, una gran amistad puede estar aguardándonos a la vuelta de cualquier esquina... o a la puerta del cole, como le sucede al protagonista de esta tierna historia de amistad y cariño, cuando conoce al que desde entonces se convertirá en un gran compañero con el que jugar y pasear por una ciudad que no siempre se muestra amable con sus pequeños habitantes. Entrañable cuento al que no le hacen falta las palabras para generar un relato de la amistad con el que todos nos podemos sentir identificados: unas veces, los amigos nos ayudan a sortear el miedo y la tristeza, otras, nos toca a nosotros procurarles consuelo y alegría. Quien tiene un amigo, ciertemente, tiene un tesoro. La delicadeza de la ilustradora, que se vale de las tonalidades ocres para aportar calidez a la historia, es lo más destacado de un álbum lleno de encanto.

Carlota es una niña que compra con su abuela un lobo como mascota. Lo llevará a casa y jugarán juntos hasta que se vayan a dormir. Se duermen enseguida...y a media noche el lobo enseña sus dientes, ¡estaban claras sus intenciones! Pero con lo que no contaba el animal era con un ataque en toda regla de alguien que sale del armario. Juega el autor con el lector pues le sorprende con una historia que desde el principio hasta el final rompe estereotipos. Es divertida y nos descubre a una niña que es imprevisible pues hasta un plan tenía. Y este cuento no es de Caperucita, ni de su abuelita, aunque haya...¡un lobo!

Una noticia puede cambiar la vida de varias personas: "Los pepinos españoles causan decenas de enfermos en Alemania". Varias historias en una. Varios los personajes y uno especial, Tobías, un niño. Un pueblo dedicado a la agricultura en invernaderos verá cómo los planes y vidas de sus habitantes cambian solamente por la noticia alemana. La descripción de los personajes, de cómo afecta a cada uno de ellos dicha información, está muy lograda y elaborada. La autora con su escritura ágil consigue que no perdamos en ningún momento el interés por la historia.